Como buen maestro, Tiger Woods ha predicado con el ejemplo en la primera jornada de la Presidents Cup. El capitán y alma mater del equipo norteamericano en esta edición de 2019 cogió el toro por los cuernos desde el principio, se puso en el primer partido del torneo junto a Justin Thomas y marcó el camino al resto con una actuación extraordinaria.
Tiger y Thomas derrotaron de manera muy contundente a Marc Leishman y Joaquín Niemann por 4 y 3. Más allá del resultado, que refleja la superioridad estadounidense, lo más destacado fue la autoridad. De principio a fin. Si había alguna duda del compromiso de Tiger con esta Presidents, lo cierto es que se disipó bien rápido. Arrancó con dos birdies consecutivos en el 1 y 2, tomando una delantera que ya no soltarían en todo el duelo.
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Tiger logró nada menos que seis birdies y todos ellos sirvieron para ganar el hoyo. Sensacional. Fue un vendaval en todas las parcelas. Pegó muy bien de nuevo desde el tee, las dejó cerca cuando pudo en un campo muy difícil para ello y su juego corto volvió a estar soberbio. Su approach de birdie en el 5, por ejemplo, fue una delicia.
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Woods cerró el partido exactamente como lo empezó. Firmó dos birdies seguidos en el 14 y 15 y resolvió la papeleta. No había más que hablar. Lo hizo hasta con aparente prisa, como si quisiera resolver pronto su trámite para intentar ayudar al resto del equipo en su misión de capitán. A los cinco minutos de haber ganado su partido ya se había puesto el pinganillo y comenzó a seguir al resto.
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Tiger comienza la Presidents como un capitán ejemplar, marcando el camino al resto y confirmándose como líder, padre y señor de esta escuadra americana. Justin Thomas lo dejó claro al acabar cuando le preguntaron por lo bien que se habían compenetrado: “¿Compenetrado? Bueno, creo que es más justo decir que Tiger ha jugado espectacular y así es muy fácil estar a su lado”.
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La pareja internacional no estuvo especialmente afortunada, con un total de cuatro birdies entre los dos. Se esperaba el liderazgo de Leishman en un campo que conoce muy bien, pero tanto él como Niemann quedaron eclipsados por el inicio demoledor de Tiger. Arrancaron a remolque y ya les costó las misma vida rehacerse.
