La temporada 2017-18 del PGA Tour llega a su estación final. El East Lake Golf Club de Atlanta acoge desde este jueves el TOUR Championship, último torneo del curso en el circuito estadounidense que, al mismo tiempo, hace las veces de gran final de la FedEx Cup con la presencia de los 30 mejores jugadores de la lista de puntos.
Entre ellos está el español Jon Rahm, todavía en shock tras conocer ayer por la tarde la trágica muerte de Celia Barquín en Iowa, una jugadora que, en cierto modo, seguía sus pasos, preparando en una universidad estadounidense su gran salto a los circuitos profesionales.
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El de Barrika llega a esta última parada del PGA Tour en el puesto 24 de la FedEx Cup, y aunque sus opciones de convertirse en heredero de Justin Thomas levantando el trofeo al mejor jugador del año en el circuito son realmente escasas, existen. Eso sí, con unos condicionantes de difícil cumplimiento…
Para proclamarse ganador de la FedEx, Rahm tiene que ganar el TOUR Championship. Ningún otro resultado esta semana le valdría. Pero además, necesita que se cumplan una serie de resultados que afectan al líder de la clasificación de puntos, Bryson DeChambeau, y sus cinco perseguidores: Justin Rose, Tony Finau, Dustin Johnson, Justin Thomas y Keegan Bradley.
Demasiados condicionantes como para soñar con convertirse en el mejor jugador del año en el circuito estadounidense. Pero, sea como fuere, Jon buscará en Atlanta una de las victorias más prestigiosas del año, que sería la tercera en su carrera en el PGA Tour apenas una semana antes de disputar su primera Ryder Cup, en París.
Pero esta edición del TOUR, última con el actual formato de puntos (desde la próxima temporada el sistema de bonificación se basará en golpes), tiene otro importante aliciente en juego más allá de conocer al ganador final del torneo y quién se proclama campeón de la FedEx Cup, embolsándose el cuantioso premio de 10 millones de dólares…
En juego en Atlanta estará, una semana más, el Número 1 mundial. De nuevo con cuatro aspirantes: el actual líder del OWGR, Justin Rose, y sus tres inmediatos perseguidores, Brooks Koepka, Dustin Johnson y Justin Thomas. Todos ellos tienen opciones reales de salir del TOUR Championship desde lo más alto del ranking.
A Justin Rose, sólo ganar en Atlanta le garantizar conservar el Número 1 por tercera semana consecutiva independientemente del resto de resultados. Justin Thomas tiene opciones de recuperar el puesto de honor ganando en el TOUR Championship o terminando segundo en solitario. Y Dustin Johnson podría recuperar el cetro mundial terminando como muy mal en un octavo puesto empatado con otro jugador, siempre en función del resto de resultados.
De los aspirantes, el que más posibilidades tendría de desbancar a Rose es Brooks Koepka, al que matemáticamente, hasta un empate con otro jugador en el puesto 18 le daría opciones de volver a ser Número 1. Pero las combinaciones entre ellos son tantas, que habrá que esperar al domingo para tener un escenario más real de las opciones de las que disponen de liderar el OWGR desde el lunes.
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El East Lake Golf Club tendrá esta semana un aliciente más. Cinco años después de su última presencia en la final de la FedEx, vuelve Tiger Woods. El californiano, tras una temporada excelente, aterriza en el TOUR en la 20ª posición de la lista de puntos dispuesto a seguir demostrando que su recuperación para el golf de élite es un hecho y su presencia en París dentro de una semana, más que merecida.
