No le gusta hablar de dinero a Jon Rahm. Cada vez que le preguntan al respecto (ya es un habitual en la sala de prensa en los días previos a los torneos), insiste una y otra vez: el gran objetivo, el sueño, era tratar de obtener los derechos de juego del PGA Tour, pero fijándose sólo los resultados y tratando de acabar lo más arriba posible, sin ponerse a sumar o restar los dólares que hacían falta…
Sin embargo, hay cifras redondas que no está mal recordar en tiempo y hora. Porque el joven vasco, después de acabar 14º en el John Deere Classic, con una buena ronda final de 67 golpes, ya ha reunido su primer millón de dólares en premios como profesional. Con los 88.800 que ha sumado esta semana alcanza una cantidad de 1.004.035 dólares. Se dice pronto, pero hay que pensar que en el momento de firmar su última tarjeta en el TPC Deere Run (Silvis, Illinois), tan solo llevaba 56 días como profesional. Ni siquiera llega a los dos meses…
Lo de menos es el ‘cash’ en sí mismo, aunque cueste creerlo al humano medio, ávido de lotos y euromillones. La parte capital que refleja el dato es la capacidad que tiene Rahm de hacer resultados. Al final, claro, una cosa lleva a la otra, y el golf es un deporte que trata muy bien en el aspecto pecuniario a sus figuras. Tanto mejor.
El final de la última vuelta de Jon también demuestra de alguna manera qué clase de jugador es, con cuatro birdies en los últimos cinco hoyos, incluyendo uno en el 18, el más difícil del campo. Lo dicho otras veces, acerca de la mentalidad del de Barrika: mientras haya campo por delante hay hoyos por exprimir y birdies que degustar.
El ganador fue Ryan Moore (-22) una de las estrellas parpadeantes del golf mundial, pero estrella de rango al fin y al cabo, que ejerció un control de la situación al más puro estilo Tiger: hizo el trabajo brillante en los primeros diez hoyos y luego le bastaron ocho pares consecutivos para ganar con comodidad, jugando al centro de green. Como si eso fuera fácil… Resultados en directo.
