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Ras de hierba: Y de postre, una foto en el ‘locker’ con el ídolo…

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Íñigo Urquizu posa con Tiger Woods en el vestuario de Bethpage Back. © Íñigo Urquizu
Íñigo Urquizu posa con Tiger Woods en el vestuario de Bethpage Back. © Íñigo Urquizu

Mike Lorenzo Vera (-2) ha entregado una tarjeta de 68 golpes en la primera ronda de PGA Championship. Ha sido un excelente resultado marcado por un juego muy sólido de tee a green y, sobre todo, una mentalidad muy fuerte. La cabeza ha sido siempre el caballo de batalla del jugador francés, un auténtico jugador-artista, de los que ya quedan pocos tanto en el PGA Tour  como el European Tour. Lorenzo Vera siempre ha sido un jugador capaz de lo mejor y lo peor, como los toreros de la filigrana. Si el toro sale bueno, destapa el tarro de las esencias. Si sale revirado, se liquida la faena como se pueda y a otra cosa.

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Sin embargo, Lorenzo Vera lleva mucho tiempo trabajando duro mentalmente para ser más sólido, más consistente, más fiable tanto cuando la tarde sale buena como cuando vienen mal dadas. Su evolución es fantástica y, sin duda, la razón principal de que esté en el PGA Championship. Se ha metido por ranking mundial y eso lo da la consistencia.

El caddie de Lorenzo Vera es el español Íñigo Urquizu. Hoy destacaba el juego, la solidez y la fortaleza con la que ha jugado el francés durante todo el día. Incluso, han estado a punto de poner boca abajo Bethpage en el hoyo 16. La bola se ha quedado a diez centímetros de meterse para eagle desde la calle. En el 18 también sacaba una tremenda ovación del público con un putt sensacional de unos siete metros para birdie. Hoy Lorenzo Vera y Urquizu han cortado las dos orejas… Después, el español salía por la puerta grande al hacerse una foto con Tiger Woods en el vestuario…

Danny Lee. © Golffile | Ken Murray
Danny Lee. © Golffile | Ken Murray

Danny Lee (-6) ha entregado una tarjeta marciana por la tarde en el PGA Championship. Si por la mañana era difícil creer lo que había hecho Brooks Koepka, lo de Lee por la tarde no ha andado nada lejos. El golfista neozelandés ha jugado a otra cosa, ha hecho siete birdies y un bogey se ha colocado a la estela de Koepka.

¿La clave? Lee lo tiene muy claro. Durante el pasado invierno ha trabajo muy duro en aumentar la distancia desde el tee. Sentía que con su pegada no era competitivo, sobre todo en los Grandes, y se puso manos a la obra. Entrenó de manera intensa en el gimnasio y también hizo algunos retoques en su swing con su entrenador, George Gankas. La consecuencia han sido diez yardas ganadas desde el tee en 2019. “Estaba deseando llegar a Bethpage para probar cómo me iba con mis nuevos números y lo cierto es que estoy muy satisfecho”, asegura.

Eso sí, más allá de sus sensaciones, la realidad es que sólo ha necesitado 21 putts para completar su ronda. Que más pegada, bien, pero pateando de esa manera todo es más fácil. La primera prueba de este niño prodigio del golf mundial venido un poco a menos, está superado. ¿Estaremos ante un nuevo Danny Lee? El tiempo dirá. Por lo pronto, este viernes sale por la mañana con todo a favor para seguir metiendo presión a los que van por detrás y a Koepka.

Ha habido una bestia (Koepka) que ha abofeteado a la otra (Bethpage Black)

– Todo lo contrario ha sido lo de Rory McIlroy (+2). El norirlandés ha jugado como un reloj de tee a green, pero ha vivido una auténtica pesadilla con el putter. Ha necesitado 35 putts, su cifra más alta en un Grande desde el día que hizo 80 en el Old Course de St. Andrews, en el Open Championship, durante una jornada dantesca de viento y lluvia. Rory ha cogido hoy 15 greenes. La desesperación era evidente.

Jordan Spieth (-1) ha roto al fin su mala racha en los Majors. El texano no conseguía jugar por debajo de 70 golpes en un Grande desde la primera ronda del Masters de 2018. Antes de eso, había encadenado 17 seguidas por debajo de 70 en 2017. Impresionante. Sólo Brooks Koepka sumó más en ese periodo.

Jordan Spieth choca el puño con su caddie, Michael Greller. © Golffile | Ken Murray
Jordan Spieth choca el puño con su caddie, Michael Greller. © Golffile | Ken Murray

– Finalmente, un total de 16 jugadores han entregado tarjetas bajo par en la primera jornada del Open Championship y 114 han sido sobre par, cinco de ellas por encima de 80 golpes. En este sentido, la ‘forrada’ más llamativa es la de Alexander Bjork (80).

El grueso de la Armada se lame las heridas con dignidad y serenidad

Phil Mickelson ha celebrado su vuelta número 100 en un PGA Championship con un valioso resultado de 69 golpes, uno bajo par. Está metido en el top ten. Mismo resultado que Dustin Johnson y Jason Day.

Jason Caron y Ryan Vermeer son los mejores profesionales de la PGA de América después de la primera jornada. Ambos han firmado dos valiosas tarjetas de par.