Alejandro Cañizares se ha vuelto a meter en la pelea. Después de varias semanas en las que no terminaba de encontrarse, de estar a gusto, el español ha encadenado dos buenas actuaciones en Aloha y Wentworth. Vuelve a ser ese jugador consistente que le ha llevado a ser uno de los líderes de este nuevo boom del golf español. Tiene un nombre en Estados Unidos y ya es ganador en el circuito europeo. Es un diamante llamado Cañizares, y eso en golf imprime carácter.
Llevar el apellido Cañizares en el DNI es sinónimo de golf, pero imagino que esto tendrá sus cosas buenas y malas…
Todo en la vida tiene cosas buenas y malas. Yo estoy muy orgulloso de que mi padre haya sido un gran campeón y que nuestra familia gire alrededor del golf, pero toda la vida hemos tenido lo mismo. Hemos sido el hijo de, el hijo de…(Es hijo de José María Cañizares) Y hay momentos que los llevas mejor y otros no. Estoy muy orgulloso de mi familia y ojalá a mi hermano (Gabriel) le salgan las cosas bien, porque está trabajando muy duro y no ha tenido la suerte que he tenido yo, entre comillas, y ojalá en un futuro juguemos los dos el tour juntos, sería un sueño.
Pero Alejandro Cañizares tiene nombre propio en el tour, no en vano es ganador de un torneo en el circuito…
Era un torneo pequeñito y gané nada más llegar, pero a partir de ahí he ido un poco para abajo. Me pasó igual en el Estados Unidos. El primer año gané el torneo más importante nada más llegar y luego un poco para abajo porque se esperan cosas… O tú te esperas cosas mejores. En Estados Unidos me conocen más porque he estado ahí jugando el circuito universitario cuatro años y aquí estoy intentando darme a conocer y demostrar que puedo estar ahí.
¿Hay algún plan mejor que un día de pique entre los tres Cañizares con una cervez de por medio?
Sí hay plan mejor porque siempre que jugamos los tres acabamos enfadados, no nos hablamos y cada uno por su lado. Mi padre se ríe de mi hermano y de mí y nosotros nos enfadamos… (bromea). Para divertirnos tendría que ser con otra gente aparte. Nos lo pasamos muy bien, aunque nos enfademos. Hay mucho pique, sobre todo con mi padre porque como hay que ganarle… Le sacas 50 metros con el drive y dices: le tengo que ganar, pero al final del día está ahí siempre. Nos lo pasamos muy bien.
¿Cuáles son tus ambiciones mirando al futuro?
Ganarme la vida y ser feliz jugando al golf. No me hace falta ser un gran campeón con tal de vivir la vida y estar cómodo con mi familia y con el golf. Viendo que lo puedo hacer y que estoy ahí, algún día será clasificarme para el tour americano y jugar allí porque me gustó mucho la experiencia de jugar allí. Esa es mi meta: Llegar a los cien primeros del mundo y empezar a jugar torneos en Estados Unidos y de más importancia.
¿Eres de los que estás dispuesto a anteponer el golf a cualquier otra cosa en tu vida?
La verdad es que no. Es cierto que para ser el mejor tienes que darlo todo, pero darlo todo para mí sería no vivir. Sería estar 24 horas al día pensando en el golf y eso a mí no me vale porque yo quiero divertirme de otras maneras, con mi familia, con mis amigos, con mi novia… Y quiero pasármelo bien. El tour es muy duro, el ochenta por ciento del año estás fuera de casa y cuando estás en casa no quieres estar pensando más en el golf, que es lo que hay que hacer para ser el número uno. La cuestión es: ¿trabajar para vivir o vivir para trabajar…?
¿Cómo te definirías como golfista?
Antes me definía como consistente, aunque últimamente (antes de Wentworth y de acabar en Aloha) estoy un poco irregular, pero normalmente no tengo fallos garrafales. Voy muy rectito y antes decía que mi fuerte era el putt, pero últimamente llevo unos años que mi fuerte son dejar las bolas cerca, pegar golpes bien y saber desenvolverme. Mi fuerte es la consistencia…
Una curiosidad, ¿cómo se celebra una victoria en Moscú en la que apenas hay tradición y tan lejos de casa?
Yo no me lo creía, estaba impresionado y me lo pasé muy bien la última noche en Moscú, no por la fiesta sino por cómo me sentía… Fue inolvidable. Me salió la semana, me salió todo.
¿Cuál es el mejor consejo que te han dado?
No fijarme en lo que hacen los demás e ir a mi juego. Intentar marcarme una meta cada día y no mirar a los demás. Si tú has trabajado bien no tienes que fijarte en los demás.
Ponte ahora en la cabeza de un amateur y ¿qué harías cuando tienes una de esas vueltas horribles en la que nada te sale y has perdido el swing?
Yo, como profesional, si estoy en el 12 ó en el 14 no tengo más remedio que empeñarme y tratar de acabar la vuelta como pueda. A un amateur, que es sólo afición y ve que no le sale, le diría: vete al resturante, tómate una cervecita y ya saldrás mañana porque no te va la vida en ello, no te estás jugando dinero ni nada. Jugar un día al golf es mejor que estar en la oficina. Los amateurs que no se obsesionen, que es un juego muy difícil y si te obsesionas puede acabar contigo.
Y tú que no puedes irte al bar a tomarte una cervecita, ¿a qué te agarras cuando ves que no sale nada?
A que mañana será otro día y no me queda más remedio que aguantar. Si no me sale hoy, estaré enfadado un tiempo pero te das cuentas de que el pasado no lo puedes cambiar.
Confiésanos: ¿Cuál sería tu ronda ideal, tanto de campo como de compañeros de partido?
El torneo me imagino que sería el Masters de Augusta. Me encantaría saber lo que se siente jugando allí. Para jugar, quiero a gente divertida y agradable. Ojalá fuera con mi padre y con mi hermano en el Masters, pero eso va a ser imposible porque mi padre es senior. Con mi hermano no es imposible, por qué no.. Con alguien simpático y agradable porque tú te pones tus ídolos y después juegas con ellos y dices: qué tío más aburrido.
¿Tienes algún recuerdo terrorífico, de esos que piensas qué hago yo aquí?
Terrorífico no mucho. Quizás en Pebble Beach este año, en la segunda vuelta que hice 87 golpes con lluvia, viento y frío. El paraguas se volvía del revés. Iba para pasar el corte y lo fallé por mil. Eso fue un día terrorífico. Yo pensaba quiero terminar y quiero irme a mi hotel o a mi casa, pero lo peor se intenta olvidar rápido.
Si tuvieras que hacer una apuesta ahora mismo, ¿quién crees que será el próximo español en ganar un 'grande'?
Lo normal sería que fueran Sergio, Olazábal o Jiménez, pero apostaría por Pablo Martín, lo veo capaz de todo. Ojalá fuera yo, pero si tuviera que apostar por un español, por Pablo Martín.
