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La montaña rusa de resultados y emociones que ha vivido Ángel Hidalgo esta temporada

Si la temporada dura diez torneos más, pierdo la tarjeta

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Ángel Hidalgo
Ángel Hidalgo. (© Golffile | Fran Caffrey)

La temporada empezó muy mal, con cinco cortes seguidos fallados. No sabía muy bien lo que pasaba y como es lógico aparecieron algunas dudas. Sin embargo, después vino Dubai. La semana del año. Top 10 en el Desert Classic. Además de jugar muy bien, era un gran torneo, un Rolex Series como sabéis, me llevé muchos puntos y me dio un empujón tremendo al año. Acto seguido fueron las cosas bastante bien en Ras al Khaimah e India y me puse con más de 300 puntos.

La temporada estaba muy encarrilada. Pero, ya sabemos cómo es este deporte, a partir de India empezaron a fallar los resultados y en Estados Unidos, ya en julio, peté. No sabía cómo gestionarlo. No era capaz de digerir lo que me estaba pasando, no lo entendía, ni siquiera acertaba a saber cómo ponerme a la bola. Todo mal. El primer torneo de Estados Unidos fue decente en cuanto a resultado, pero por puro azar. Me ponía sobre la pelota y era una incógnita para dónde iba a salir. No he sido capaz de encontrar el camino de retorno. Era como si en todos los torneos pasara algo. Irlanda, Francia, Wentworth… antes o después ocurría algo.

Llegué a tener esa sensación tan desagradable de que incluso cuando las cosas iban bien estaba convencido de que antes o después se iban a fastidiar. A ver cuándo la voy a cagar. Vamos, estoy seguro de que si la temporada dura diez torneos más habría perdido la tarjeta. Fueron muchos fines de semana pegando bolas en la cancha de prácticas mientras los demás jugaban. He tenido mucho agobio.

Sinceramente, no sé muy bien lo que pasó después de India y por qué vino un cambio tan radical. No sé si fue por verme arriba en la Race to Dubai, entre los 30 primeros, por pensar lo bien que estaba jugando, lo fácil que me estaba saliendo… Ya sabemos cómo es el golf, en el momento que piensas que vas un poco sobrado, viene y te pega el castañazo. Por suerte, en Qatar, en el último torneo del año, he tenido la mejor vuelta de tee a green del año, la del viernes y sábado, y, sobre todo, he metido los putts que había que meter, los cruciales, en el 4, en el 7, la sacada del 6… Me llevo esa alegría y esa satisfacción porque no ha sido una buena temporada con el putt. Eso sí, quiero seguir metiendo esos putts decisivos, pero no para salvar la tarjeta, sino para meterme en un top 10, top 5 o darme la oportunidad de pelear por victorias.

Ha sido una temporada también de muchas modificaciones. Cambié de entrenador y de caddie. Ni Juan Ochoa ni Kisko tienen culpa de nada. Habíamos hecho un gran trabajo juntos, pero yo sentía que necesitaba un cambio. Era una cuestión de feeling. Los cambios que estaba haciendo con Juan iban muy bien, pero de pronto saltaba un chisporrotazo. Además, empecé a tener molestias en la muñeca, sobre todo en The Belfry, y había algo en mi interior que me pedía otras cosas. El tiempo dirá si fue una decisión acertada o no.

Ahora estoy haciendo un par de cambio con Jordi García del Moral y le estoy pegando bien. Me encuentro a gusto, aunque pueda parecer lo contrario después de pasar un corte de ocho torneos. También estoy con Win (Gonzalo Vicente) en la bolsa. Reconozco que me he sentido mal por él, porque somos muy buenos amigos y los resultados no llegaban. Me sentía peor por él que por mí. Siempre he tenido claro que cuando las cosas no van bien la culpa es única y exclusivamente del jugador. Quizá me he puesto mucha presión externa para intentar demostrar que los cambios que había hecho eran para bien. Para demostrármelo a mí mismo. No sé. De momento no ha salido, no hemos conseguido remontarlo, pero confío en que vamos por el buen camino.

Esta pretemporada quiero hacer un cambio en el tema físico. Soy de los que más he jugado este año y he llegado desfondado al final. Hemos establecido un plan con Diego Suazo y va a ser una parte muy importante y muy seria de este invierno. Es una parcela clave y yo no la he cuidado todo lo que debería.

Empezaré la temporada en Sudáfrica, en Leopard Creek, y en Mauricio. Serán mis dos primeros torneos, convencido de que todo el trabajo que estamos poniendo dará sus frutos.