Inicio Blogs Caddielandia Mi historia del año como nadie la vio: un golpe heavy metal
Las mejores historia del año en Caddielandia

Mi historia del año como nadie la vio: un golpe heavy metal

Compartir
Pablo Larrazábal y Raúl Quirós, en el Acciona Open de España. (© Golffile | ALBERTO SIMON)

Club de Campo Villa de Madrid. Recorrido Negro. Hoyo 13. Par 4 corto y revirado. Tercera jornada del Acciona Open de España. Pablo Larrazábal pega el golpe de salida y la bola termina muy a la derecha.

Antes de Filomena hubiera sido una pelota perdida al cien por cien, pero el destrozo de la gran tormenta que sacudió a Madrid en enero de 2021 ha dejado aquello más despejado. Encontramos la bola, pero las noticias no son muy halagüeñas…

Lo mejor es que la bola está perfectamente colocada. Impecable. Casi en un tee. El resto es malo. Tenemos unos 78 metros a la bandera, aunque en la línea al hoyo hay un muro vegetal impresionante. Son varios árboles que se unen formando una espesura total que impide el golpe directo al trapo. Pablo sujeta en las manos el 60 grados, pero ni por esas. Esa masa arbórea no hay quien la pase ni por arriba, ni por abajo, ni por supuesto por medio.

Valoramos las opciones y decidimos que lo único que se puede hacer es tratar de atravesar los árboles. Sabemos que va a ser imposible, pero firmamos que la bola termine en un búnker de green después de ser engullida por un tetris de ramas y hojas. Con eso nos damos con un canto en los dientes.

Pablo ya está puesto a la bola, con miles y miles de personas alrededor, cuando de repente se me enciende una luz. ¿Y si jugamos un hook del terror? ¿Por qué no? La bola está perfectamente colocada, por lo que al menos se puede intentar. Se lo planteo a Pablo y lo ve a la primera. «Puede ser, partner», me dice.

El golpe es brutal. Pablo apunta unos 90 metros a la derecha de la bandera para un golpe de 78 metros en línea recta. La curva que tiene que hacer es extraordinaria. Parece un golpe imposible, pero todos sabemos que las manos de Pablo son especiales. Si alguien puede hacerlo es él…

Pega a la bola y la línea es maravillosa. Aquello sale como si fuera un boomerang. La bola arranca completamente por la derecha y empieza a volver. Firmamos el búnker de la derecha de green, pero la bola bota justo fuera y se mete en la hierba segada al ras para acercarse lentamente a la bandera. Se deja un putt de diez metros de birdie. Alucinante. Al más puto estilo Bubba Watson.

Es el golpe de la semana y del año. Caminamos hacia el green y Pablo me dice: «Partner, no he pegado una bola con tanto efecto en mi vida…».