Quedan dos torneos del DP World Tour, Chequia y Suiza, en los que anda en juego la composición definitiva del equipo europeo de la Ryder. En ellos, y ciertamente también en el Tour Championship del PGA Tour que arranca mañana, los candidatos que aún no han sellado su presencia deberán sumar los puntos necesarios o bien terminar de convencer al capitán, Luke Donald, de cara a sus seis elecciones.
Vamos a fijarnos precisamente en esas seis elecciones. Donald todavía no tiene cerrada esa lista, pero evidentemente sí ha pergeñado ya las líneas maestras de la misma.
– Vayamos por partes y comencemos por la más sencilla, que es la de aquellos jugadores que ellos solitos se han apeado de la lucha por entrar en el equipo y ‘facilitan’ los descartes de Donald. En este grupo llaman la atención fundamentalmente los nombres de Seamus Power, Alex Noren y Thomas Detry. Ninguno de ellos ha estado fino en los últimos meses ni se mueve siquiera en la zona más caliente de las listas de clasificación, y a pesar de ello no jugarán ni en República Checa ni en Suiza, ni tampoco están en el Tour Championship, la final del PGA Tour. Blanco y en botella. Tampoco Aaron Rai ha querido apurar sus opciones a este lado del Atlántico.
– Hay dos nombres que a estas alturas ya parecen fijos en las seis elecciones de Donald. A saber: Matt Fizpatrick y Sepp Straka. Fitzpatrick y Straka bien podrían esta semana desbancar en la lista mundial a Hatton o a Fleetwood, dependiendo de lo que ocurra en el Tour Championship, donde están jugando los cuatro, pero no pasa nada, son nombres intercambiables: los cuatro estarán en el equipo. Straka es una de las sorpresas relativas de última hora, porque era de esos jugadores a los que, digamos, se le iba a exigir más que a otros a la hora de contar para las elecciones, pero su actual gran momento deja lugar a pocas dudas y además ya estuvo en la Hero Cup, donde hizo cosas muy interesantes.
– Hay otros dos nombres que casi podríamos incluirlos también entre los seis elegidos: Shane Lowry y Justin Rose.
Rose ha acumulado suficientes méritos y Donald estaría encantado con darle sitio a un jugador de su experiencia y categoría. En cuanto a Shane Lowry… Lo cierto es que el irlandés no ha satisfecho todas las expectativas, puesto que se esperaba de él que se ganase un puesto por sus propios medios. Pero juega esta semana en Chequia, atendiendo al ‘mandato’ de Donald, que les ha pedido a todos los candidatos que estuvieran, y da la sensación de que este gesto será suficiente. No puede decirse que Lowry sea ahora mismo un valor seguro en el campo, pero el staff europeo tiene la confianza de que este jugador sabrá coger el toro por los cuernos a la hora de la verdad.
– Como quiera que la ausencia de Rose o Lowry sería verdaderamente un sorpresón, habría en realidad dos elecciones de verdad abiertas, siempre pendientes también de lo que ocurra con la tercera plaza de la clasificación europea, ahora mismo en poder de Robert Macyntire. Para estas dos últimas elecciones se pueden dar algunas indicaciones, más allá del puesto que ocupa ahora cada cual en las diferentes listas.
– Hay algunos jugadores que parten en estas dos semanas con más terreno ganado, por diferentes aspectos. Quiero ello decir que si lo hacen bien en República Checa y Suiza, sin necesidad de ganar, estarán en la terna final. En este grupo incluimos sobre todo a los hermanos Hojgaard, a Pablo Larrazábal y a Thorbjorn Olesen. También Adrian Meronk. Y, quizá, Victor Perez, a pesar de su gris rendimiento en los últimos tiempos; pero es que el francés ganó mucho crédito en la Hero Cup dentro y fuera de las cuerdas.
– Hay otros jugadores que tienen que hacer algo más, o bien directamente ‘birlarle’ a MacIntyre su plaza en la lista europea. Aquí incluiríamos a los Yannick Paul, Adrián Otaegui, Jorge Campillo o Antoine Rozner.
– Un último nombre, el de Francesco Molinari. Tanto Donald como el italiano dan prácticamente por hecho que su actual nivel de juego no le llega para ir a la Ryder y por ello se decidió su nombramiento como vicecapitán… Pero si por alguien podrían romperse todos los planes es por Molinari, siempre y cuando deslumbrara esta semana en República Checa.
