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El fascinante círculo virtuoso de Pablo

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Pablo Larrazabal tras su triunfo en el Korea Championship presented by Genesis. © Golffile | Malcolm Mackenzie
Pablo Larrazabal tras su triunfo en el Korea Championship presented by Genesis. © Golffile | Malcolm Mackenzie

Pablo Larrazábal: de profesión, ganador. Así reza en Tengolf el título de la crónica final del Korea Championship. Era casi obligatorio encabezar de este modo: en más de cincuenta años de historia del circuito europeo son pocos los jugadores que han alcanzado o superado los ocho triunfos, cifra a la que ha llegado el barcelonés con su victoria en Corea. Y la lista de los jugadores que tiene por delante quita el hipo. La editamos y paladeamos enterita:

Seve Ballesteros (50 victorias), Bernhard Langer (42), Tiger Woods (41), Colin Montgomerie (31), Nick Faldo (30), Ian Woosnam (29), Ernie Els (28), Lee Westwood (25), José María Olazábal (23), Miguel Ángel Jiménez (21), Sam Torrance (21), Mark James (18), Sandy Lyle (18), Sergio García (16), Mark McNulty (16),  Thomas Bjorn (15), Paul Casey (15), Padraig Harrington (15), Rory McIlroy (15), Darren Clarke (14), Retief Goosen (14), Greg Norman (14), Vijay Singh (13), Ian Poulter (12), Howard Clark (11), Martin Kaymer (11), Robert Karlsson (11), Graeme McDowell (11), Phil Mickelson (11), Justin Rose (11), Charl Schwartzel (11), Adam Scott (11), Henrik Stenson (11), Bernard Gallacher (10), Graham Marsh (10), Alex Noren (10), Jon Rahm (10), Brian Barnes (9), Branden Grace (9), Dustin Johnson (9), Jack Nicklaus (9), Louis Oosthuizen (9) y Manuel Piñero (9).

Si nos enfocamos en el golf patrio, resulta que sólo tiene por delante a una leyenda como Piñero y al gran Big Five de la historia en nuestro país hasta la fecha (Seve, Chema, Miguel, Sergio y Jon). ¿Palabras mayores? Hasta el propio Pablo así lo considerará, probablemente, pero mientras tanto no deja de crecer y de sumar. Por si acaso. Larrazábal cumplirá en dos semanas los cuarenta, pero a ver quién es el valiente que se atreve siquiera a sospechar que se le ha terminado la cuerda y que, por tanto, no podrá seguir subiendo peldaños en estas listas de locura. Porque más bien parece todo lo contrario: de sus ocho triunfos, cuatro han llegado en los últimos cuatro años y en 2022 sumaba dos en un mismo ejercicio por primera vez en su carrera…

Pablo y los sustitos, que es como a él le gusta definir aquellas semanas en las que se mete en el racimo de candidatos. Y no hay año que nos deje sin ellos, sin sustitos, desde que en 2008 diera el salto a la primera división. Después, se gana o no, que esto es muy complicado (nos remitimos a la lista de 43 jugadores recién editada). Pero antes o después, cada año, puede que cuando menos te lo esperes (venía de fallar el corte la semana pasada en Japón), termina asomando en los puestos de arriba su rostro pícaro y ese golf tan absolutamente personal e intransferible, de sensaciones, emocionante y mágico.

Más allá de sus triunfos, atesora este jugador un logro más profundo y valioso que lo convierte en GANADOR antes incluso de ganar: el afán diario por sentirse un privilegiado, dedicándose a lo que se dedica y viviendo la vida que vive. Los buenos resultados ayudan, qué duda cabe, pero también se alcanzan a través de semejante actitud vital, todo un fascinante círculo virtuoso. En este sentido debiera ser una referencia para quienes aspiren a ganarse la vida con el golf profesional de alta competición, ácido y frustrante en tantísimos momentos.

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