Hola a tod@s,
Tras dos meses en España viendo a familia y amigos, los niños y yo hemos vuelto ya por fin a Miami a reencontrarnos con Gon e iniciar un nuevo curso en nuestra aventura americana. Llegamos el viernes por la noche para poder pasar el fin de semana todos juntos, antes de que Gonzalo se marchara a jugar el último torneo de esta temporada 2015, el Wyndham Championship, que se disputa esta semana en Greensboro (Carolina del Norte). Un torneo en el que necesitaría una victoria o bien un segundo puesto (en solitario o empatado con otro jugador), para lograr meterse entre los 125 que disputarán los playoffs de la FedEx. Evidentemente, el objetivo no es fácil, aunque tampoco imposible. Su juego está cada vez mejor, y no sería la primera vez que salva los muebles en el último momento, pero en cualquier caso lo importante de verdad es que su juego está cada vez más sólido y su confianza en sí mismo permanece intacta.
Muchos conocidos me han preguntado en estas semanas que he pasado en España que cómo estaba Gonzalo, que si teníamos pensado un plan B en caso de que las cosas no salieran, que si volveríamos a España si no conservaba la tarjeta… y a todos les contestaba lo mismo: evidentemente no ha sido un año fácil para nosotros, los resultados no llegaban a pesar de que trabajaba más duro que nunca, y la desesperación se empezaba a hacer patente. A todo esto hay que sumar el cambio de caddie, ya que Jeff le dejó a mitad de temporada después de siete años juntos, y llegó un momento en el que parecía que nada iba a salir bien. Pero por suerte los momentos malos suelen sacar lo mejor de las personas, y en los últimos meses he podido comprobar un cambio radical a mejor en la actitud de Gonzalo, que se encuentra positivo y con muchas ganas de arreglar este año tan duro. Ha sacado la mejor versión de sí mismo en el momento profesional más complicado de su trayectoria como golfista, y no ha buscado culpables ni se ha refugiado en la autocompasión, sino que lo ha afrontado con madurez, entendiendo que es tan sólo una racha mala que superará. En resumen, ¡la retirada nunca fue una opción! Todos los deportistas de alto nivel pasan por épocas difíciles en sus carreras, y concretamente entre los golfistas el número es sorprendentemente alto.
Consiga o no su tarjeta para el PGA Tour la temporada que viene, no teníamos ninguna duda de que nos íbamos a quedar en Estados Unidos. Nadie dijo que fuese a ser sencillo, por algo se gana la vida en la liga de los mejores del mundo, pero su lugar esta aquí, y tarde o temprano los resultados llegarán. Si hay una cualidad por la que destaca Gonzalo es por su tesón y tenacidad, y su objetivo lo tiene claro: el PGA Tour. Así que por suerte, y si Dios quiere, ¡aún nos queda Miami para rato!
Siento haberme extendido un poco de más en esta entrada, pero me apetecía explicaros la situación actual tal y como la estamos viviendo. No voy a mentir, no está siendo fácil, pero tengo el pleno convencimiento de que va a salir bien. Gracias a todos por leerme, a mi familia y amigas por apoyarme durante este año tan largo, (¡en especial a mis Euro Tour Girls, que entienden mejor que nadie!), a sus seguidores incondicionales en twitter que le animan todas las semanas, y sobretodo gracias a Gon, porque en los momentos difíciles es cuando sale a relucir la valía de las personas, y en su caso nos esta dando una gran lección a todos los que estamos a su alrededor. Eres muy grande, dentro y fuera del campo.
¡Hasta la próxima entrada!
