¿Qué tiene Jason que lo hace estar ahí arriba, conseguir estabilidad en sus resultados y ser admirado por todos? Puede que su juego sea igual de bueno que el de otros muchos, pero tiene una mente prodigiosa, que le hace sobreponerse a las adversidades, aprender de los errores, controlar las emociones y tomar las decisiones correctas. Posee una alta habilidad de lo que los psicólogos llamamos «resiliencia», es decir, capacidad para sobreponerse a los problemas y transformar una dificultad en una oportunidad para mejorar. La buena noticia es que aunque depende de muchos factores, hay una gran parte de esa mentalidad que se puede entrenar y algunos puntos fuertes de la mente de Jason pueden enseñarnos mucho sobre cómo mejorar:
1. CREER EN UNO MISMO: ya lo decía Henry Ford, tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes estás en lo cierto. En el caso de Jason él no duda de sus posibilidades y de que puede conseguirlo. «¿Si otros lo han logrado por qué yo no?» escuchar sus declaraciones, gane o no, te hace ver como se agarra con fuerza a las posibilidades, espera siempre lo mejor, y no deja que la duda le invada y elige ocupar su mente con pensamientos positivos y útiles que le ayudan a coger fuerzas y avanzar.
2. SER PACIENTE: Si hay algo importante para estar entre los mejores es La Paciencia, una habilidad difícil de conseguir, especialmente en los jugadores más jóvenes, a quienes el ansia por ganar, les hace poner demasiada atención en el resultado que quieren conseguir y se olvidan de lo que tienen que hacer para conseguir esos buenos resultados. Esto puede hacer que nos precipitemos, no estemos en el presente, y tomemos decisiones erróneas o demasiado arriesgadas para «llegar antes». Generalmente la experiencia facilita esta habilidad, pero es importante saber esperar ya que ayuda a controlar las emociones, especialmente en los momentos importantes, pensar con claridad y tomar las decisiones correctas. Jason es un experto en esto, y a base de no forzar le ha llagado su momento.
3. APRENDER DE LOS ERRORES: esta sería una de las características más destacables en Jason y en todo gran deportista, la capacidad para aprender de los errores, sobreponerse y utilizarlos para mejorar. A los golfistas de élite les gusta la competición, saben que el fallo forma parte de ella, y los aceptan; es más, los errores no sólo no les hace venirse abajo sino que les motiva para coger impulso, aprender, superarse y ver el próximo torneo como una posibilidad de revancha, y MEJORAR.
4. RODEARSE DE PERSONAS QUE APORTAN: Otra de las lecciones de Jason es la importancia de rodearse de personas que suman, no que restan. Compartir momentos con gente de confianza, que te diga lo que necesitas escuchar y no lo que quieres escuchar. Es inevitable que las personas que tenemos alrededor influyan de alguna manera en nuestro estado de ánimo y nuestras decisiones, por ello, rodearse de las personas adecuadas se hace imprescindible para alcanzar el máximo potencial.
5. TODO SUMA: En alguna ocasión Jason ha declarado que la muerte de su padre a temprana edad le ha hecho ser quien es hoy día. Las distintas experiencias de la vida, tanto buenas como malas son las que conforman el carácter y la actitud que tomamos ante la vida. hay que ser muy inteligente para aprender de las experiencias, pero es necesario adaptarlas e incorporarlas en las actividades en las que queramos mejorar. Ya sea la educación recibida, superar los estudios, una entrevista de trabajo o los distintos deportes que se practican pueden dar forma un jugador de golf. Jason ha sabido hacer una buena suma de todas sus experiencias en distintos ámbitos cuyo resultado ha sido convertirse en uno de los mejores golfistas del mundo.