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¿Está el golf preparado para dejar de mirar a la bola pateando?

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Jordan Spieth es uno de los profesionales que ha utilizado la técnica de patear mirando al hoyo. © Golffile | Eoin Clarke
Jordan Spieth es uno de los profesionales que ha utilizado la técnica de patear mirando al hoyo. © Golffile | Eoin Clarke

No hace demasiado comentamos que el mito de la cabeza quieta en el golf creaba muchos más problemas durante el swing que beneficios otorgaba a los jugadores. Muchos me escribieron tras aquel artículo. Algunos sorprendidos, otros incrédulos.

Pues bien, abróchense los cinturones porque si aquello les pareció revolucionario esto que les traigo hoy les va a parecer de ciencia ficción: hay un estudio publicado que demuestra que mirar al hoyo pateando, y no a la bola, le puede salvar hasta un golpe por vuelta.

¿Necesitamos realmente “cambiar el peso” para pegar bien a la bola?

Se trata de éste: “Evaluation of Near Versus Far Target Visual Focus Strategies With Breaking Putts”, llevado a cabo por el doctor Sasho MacKenzie (que no es la primera vez que sale en estas páginas) y Neil Macinnis, y es parte de un compendio titulado International Journal of Golf Science, de publicación anual. El propósito de este estudio fue comparar diferentes estrategias a la hora de focalizar visualmente objetivos cercanos y objetivos lejanos.

Hay un estudio publicado que demuestra que mirar al hoyo pateando, y no a la bola, le puede salvar hasta un golpe por vuelta

Aunque en otros deportes mirar al objetivo y no a la bola está completamente normalizado, como en el baloncesto, hockey o los dardos, en el golf estamos ante una situación que rompería con siglos de tradición. Ya está costando quitarse de encima aquello de “¡he dejado de mirar a la bola!”, como para ahora añadir algo tan chocante. Además, muy pocos profesionales en la zona alta del Ranking Mundial usan este método, siendo el más famoso Jordan Spieth en los putts cortos.

Jordan Spieth.  © David Lloyd | Golffile.
Jordan Spieth. © David Lloyd | Golffile.

Fue en los putts con caída (que son más sensibles al control de la fuerza que los rectos), donde encontró que los que miraban al hoyo tuvieron un acierto de un 40%, por un 37% de aquellos que miraban a la bola

El estudio, que MacKenzie presentó en un seminario el pasado 21 de mayo en la sede de la PGA Británica (The Belfry, Birmingham), comparó a 28 golfistas pateando mirando a la bola y pateando mirando al hoyo. En los putts rectos y en superficie plana apenas encontró diferencias en la frecuencia de acierto, aunque sí notó un mejor control de la distancia. Fue en los putts con caída (que son más sensibles al control de la fuerza que los rectos), donde encontró que los que miraban al hoyo tuvieron un acierto de un 40%, por un 37% de aquellos que miraban a la bola.

Aunque en otros deportes mirar al objetivo y no a la bola está completamente normalizado, como en el baloncesto, hockey o los dardos, en el golf estamos ante una situación que rompería con siglos de tradición

Y me dirán: “Vaya, un 3%”. Eso puede traducirse en un golpe por vuelta para el golfista medio. Para MacKenzie, un golfista profesional en una competición de cuatro días podría ahorrarse dos golpes. Imaginen quién hubiera ganado los últimos torneos con dos golpes menos.

¿Funciona de verdad el ‘Factor X’ en golf?

Más allá de las pruebas, la investigación científica vuelve a poner una vez más contra las cuerdas al golf, un deporte que hasta hace no mucho vivía de sensaciones y gurús varios (y en muchos sitios, todavía lo hace). ¿Está el deporte preparado para dejar de mirar a la bola? El hecho en sí parece plantear una pregunta aún más amplia: ¿Estamos todos de verdad preparados para abrir la mente a una nueva evidencia?

*Enrique Soto es profesional de la PGA Británica y su cuenta de twitter es @esoto

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