El mundo de las bolas de golf es de lo más variado y complejo. Existen múltiples opciones ahí fuera para que cualquier jugador encuentre la bola que por sus características, durabilidad, precio y preferencias personales mejor se adapte a lo que cada uno busca en el campo. ¿Cuál es la mejor? Esa respuesta, obviamente, depende de cada uno.
Nosotros ya hemos tratado este tema, hablando de por qué las bolas de compresión media o baja son normalmente las más adecuadas a la mayoría de velocidades de swing de cualquier amateur. También existen bolas recicladas, aunque su calidad y durabilidad, obviamente, no son las mismas que la de los modelos idénticos listos para estrenar. Hoy vamos a ir un paso más allá de la mano de Decathlon, comparando tres de sus bolas de tres compresiones distintas con otros modelos del mercado con los que compiten. ¿Habrá una diferencia enorme?
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Este estudio se ha hecho con un radar doppler, cortesía del Centro de Fitting Golf Estudio en el Puerto de Santa María (Cádiz), y espera aportar cierta luz sobre las diferencias que existen entre los distintos modelos. Cuenta, sin embargo, con varias premisas:
– Solo hemos pegado golpes con el driver, dado que comparar más tipos de golpes nos daría para un estudio mucho más extenso y complejo.
– Todos los golpes han sido pegados por un jugador profesional (el que escribe) con el mismo palo, y no por un robot a distintas velocidades de swing. El resultado estaría adaptado pues a este jugador, y no a cualquier jugador que lea este artículo. Además, al no ser un robot, ha pegado golpes buenos y otros malos.
– Hemos reducido el análisis a un máximo de diez golpes por modelo de bola y hemos incluido cualquier tipo de golpe que el jugador pudiera dar. Esto es: slices, pulls, hooks, bolas rectas, etc.
– Todas las bolas se han pegado en un estudio indoor y con características normalizadas.
Inesis Tour 900 vs Titleist ProV1 vs Taylor Made TP5
Esta primera tanda compara la bola de compresión más alta de Decathlon con las que probablemente son las bolas más vendidas en este sector en el mercado actual (y más jugadas en el PGA Tour). Al inicio de esta entrada podéis ver todos los datos en una galería, pero estos son los resultados medios:
De todos los datos aquí mostrados, a la hora de analizar una bola, hay varios que cobran más importancia. El primero es la distancia media, que como puede verse, en este caso, no varía prácticamente nada. En términos de salir al campo y ver si se le pega más o menos las tres bolas se comportan prácticamente igual. El segundo es la velocidad de la bola tras el impacto que, sin embargo, sí se nota cierta diferencia. La Inesis Tour 900 ha salido de media a unas tres millas por hora menos que sus dos rivales. Por otra parte, ha volado a un menor número de revoluciones por minuto (unas 100) y ha conseguido mantenerse en el aire más tiempo a una mayor altura (de 3 a 4 metros más que sus rivales).
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Inesis Soft 500 vs Titleist Velocity vs Srixon AD333
Esta segunda tanda compara bolas de compresión media. Como en el caso anterior, están construidas de diferente manera, pero compiten en el mercado en un ámbito similar:
Esta segunda tanda arroja datos interesantes, y que a más de un amateur le harán echarse las manos a la cabeza cuando vea que la última bola de cualquier compañía le promete 10 metros más que la competencia. A pesar de haber sido golpes pegados por un jugador profesional, la distancia no solo no se ha visto resentida, sino que en algún caso ha aumentado ligeramente. La Inesis Soft 500 rinde de un modo similar a la versión Tour en cuanto a distancia y spin, a la vez que mantiene el tipo sin problemas ante la competencia en los mismos apartados. Ninguna, sin embargo, llega a los números de velocidad de la bola post impacto para este jugador.
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Inesis Distance 100 vs Srixon Soft Feel vs Pinnacle Soft
Este último apartado incluye a las bolas de compresión más baja y a las más económicas del mercado. Veamos si hay mucha diferencia:
De nuevo, los números se mantienen muy similares en cuanto a distancia, aunque se puede apreciar una caída en el número de revoluciones de la Inesis y Srixon. La Pinnacle Rush, por su parte, se comporta sorprendentemente bien en este apartado, aunque también debido a un par de golpes pegados con más loft dinámico del habitual y que han subido la media.
Aunque para sacar conclusiones mucho más definitivas hubiera sido necesario pegar cientos de bolas con un robot, creo que este análisis sí arroja varias ideas de las que muchos amateurs pueden beneficiarse:
– La correlación “mayor precio” – “mayor distancia desde el tee” no existe ni en el caso de un jugador que está entre las 106 y 111 millas por hora de velocidad de swing. Para un jugador medio (que normalmente no llegan a las 90) esta relación es todavía más cierta. Cuando escuche a su compañero de partido decir que ha ganado diez metros con su nueva bola desconfíe, a menos que tenga la velocidad de un profesional del PGA Tour y estuviera utilizando un tipo de bola totalmente equivocado a sus características.
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– Las diferencias más considerables entre los distintos tipos de bola se han mostrado en la cantidad de spin generado. Para este caso, el jugador generaba más revoluciones a medida que subía el precio de la bola. Esto, a la hora de analizar golpes de 50 metros o jugar en un campo más duro o más blando sí que puede tener importancia.
– Si se analiza únicamente la distancia desde el tee, como es el caso de la mayoría de hándicaps 20 en cualquier país del mundo, al jugador medio le merece mucho más la pena apostar por una bola duradera a un precio atractivo. Es en este último caso cuando merece observar la enorme variación que hay entre la ProV1 o la TP5 (que no bajan de 50 euros la docena) a cualquier bola de Inesis (la mitad de precio que estas últimas en su versión Tour900) o las Titleist Velocity o Srixon SoftFeel.