Tulane es una universidad con historia. Allí dio Gerald Ford, presidente de los Estados Unidos de América, el discurso en el que anunció el fin de la Guerra de Vietnam el 23 de abril de 1975, un hito después de 20 años de un conflicto que ha marcado la historia reciente estadounidense. En el centro estudiantil de Nueva Orleans, fundado en 1834 como escuela médica y reconvertida en universidad en 1847, cumple su segunda temporada Carla Bernat, nacida el 6 de agosto de 2003 en Castellón.
La española se adjudicó la semana pasada el Tulane Classic, su tercer título universitario tras los triunfos en el Ron Moore Invitational y el Jim West Challenge, ambos en otoño de 2022. El próximo domingo parte como favorita en la siguiente cita, el Rivertowne Invitational de Charleston (Carolina del Sur).
Ocupa el puesto 154 del ranking mundial amateur, aunque afirma que está «bastante desconectada» de la lista desde que logró su principal objetivo el año pasado: jugar el Augusta National Women’s Amateur, «una experiencia increíble, probablemente lo más similar al mundo profesional, de los sueños más grandes que nunca había tenido y conseguirlo fue increíble», donde este 2023 acudirán Cayetana Fernández García-Poggio, Carolina López Chacarra y Julia López Ramírez. «Los rankings no son lo más importante para mí», zanja. Recuerda con agrado la ‘sophomore’ que, pese a que en sus inicios en la NCAA no compitió al nivel que le hubiera gustado, sí logró junto a su equipo la victoria en su conferencia y, por tanto, se clasificaron para los Regionales.
Sobre su último éxito, logrado en casa, subraya que «ha sido un torneo de muchos sentimientos; empecé el primer día un poco acelerada después de dos meses sin competir pero conseguí disfrutar y sentirme yo misma en el campo a pesar del mal tiempo del último día». De la terna de victorias individuales en sus vitrinas del campus, se queda con esta última «por lo que significa para mí; jugar en casa nunca es fácil por la expectativas que la gente tenía y yo misma también, eso no es fácil de manejar. Semanas antes hubo más de 10 personas que me preguntaron si iba a ganar, haciendo que hasta yo misma me pusiera más presión en conseguirlo. En conclusión, ganar en mi campo, con mi equipo y con gente de la universidad que normalmente no puedo tener cerca ha sido muy especial». No obstante, admite que en la NCAA se valoran más los logros grupales que los individuales: «El sistema americano es mucho más colectivo que el español. Lo más importante es cómo lo haga la universidad; si quedo primera, ayudo mucho a que Tulane pueda llegar a lo más alto, que al final es mi objetivo», sostiene.
La campeona de España absoluta en 2020 y ganadora de la Copa de la Reina en 2021 confiesa que estas recientes victorias con Tulane las ha vivido de forma diferente por el crecimiento personal que está teniendo en la presente campaña. Su reto hoy pasa por ir a los Nacionales con su equipo y, en verano, le «encantaría ganar el British amateur para quitarme la espina del año pasado», además de competir en el Europeo por equipos, pues «es una de las semanas más especiales para todos los amateurs españoles».
Una particularidad de Carla Bernat está relacionada con su palo favorito. Podría decirse que es una campeona que no se separa del driver ni para dormir, ya que lo saca a pasear no sólo en los tees de salida, sino también en el fairway cuando la bandera está alejada… «El driver es el palo más consistente de mi bola y el que menos me gusta utilizar es la madera 3; de hecho, estoy más cómoda con el driver de suelo». Destaca de su juego la levantina su consistencia y lo recta que va. «Mi mentalidad es algo que creo que también me diferencia de otras jugadoras», celebra.
Su relación con otras promesas del golf nacional es estupenda, quizás tenga que ver eso también, aparte del talento, con la buena camada de jugadoras aficionadas que hay en España: «Me llevo muy bien con todas en general, pero con la que más confianza tengo cuando nos vemos creo que es Cata (Fernández), somos muy diferentes y parecidas a la vez. A Julia (López) también le tengo mucho aprecio, empezamos a competir seriamente y a un buen nivel a la vez». Aplaude el rendimiento de la malagueña y de Carolina López Chacarra: «Están haciendo una temporada espectacular y les deseo a las dos otra igual porque son muy trabajadoras y talentosas». Asimismo, ensalza el nivel de las españolas: “Tenenos una cantera muy potente y de aquí a unos años probablemente habrá varias españolas en la cima del golf mundial», festeja la castellonense, que sueña con ganarse el jornal como profesional: «Sinceramente, me gustaría vivir de esto. Tengo sueños muy grandes y metas que mucha gente diría que son inalcanzables pero eso es lo que más me gusta».
Hija de Alfredo e Isabel, y hermana de Gonzalo, se inició con los palos y la bola gracias al tenis, deporte que empezó a jugar en un club de golf: «En los descansos me iba a practicar golf porque me gustaba más». Empezó la carrera de Bioquímica, pero su obsesión es otra: «Me di cuenta de que no es lo que realmente quiero hacer en unos años; siempre me ha gustado mucho la biología pero más el golf», asegura. Sergio García y jóvenes como las hermanas Tejedo, Josele Ballester, ella… ¿Qué tiene el agua de Castellón? «Creo que la cultura castellonense es diferente. Nos encanta trabajar duro y presionarnos unos a los otros desde que somos pequeños para llegar lo más lejos», dice la levantina, entre cuyas aficiones, cuando aparta el golf, se encuentran ir al gimnasio, ver Netflix, cocinar y pasar tiempo con las amigas.
Con algunas de ellas habrá disfrutado desde el jueves pasado hasta hoy, Martes de Carnaval, del famoso Mardi Gras de Nueva Orleans, con sus pintorescos desfiles por toda la ciudad: «Síii, me gusta mucho, aunque sólo he salido un día para vivir la experiencia, ya que realmente estoy bastante centrada en el siguiente torneo». Será en Charleston desde este domingo. Habrá que seguir con atención a Carla Bernat por si logra otra victoria tras su espectacular triplete esta temporada.
