Alrededor de 150 puestos en un santiamén. Ésa ha sido la escalada en el ranking mundial amateur de Rocío Tejedo Mulet. La castellonense de 16 años (1/08/2006) está que lo tira después de un enero a pedir de boca. Los triunfos en la Copa de Andalucía, revalidando el 12 de enero en Lauro Golf (Alhaurín de la Torre) su título alcanzado en 2022, y 16 días después en el Internacional de Portugal la propulsaron en la lista: estaba cerca del puesto 300 y ahora es la 144ª.
Rocío tiene en casa un espejo en el que mirarse. Su hermana Carla cumple su tercer curso de Psicología en Louisiana State University, donde ambas coincidirán dentro de año y medio, cuando la benjamina cruce el charco para enrolarse en el equipo femenino de golf y estudiar, en principio, Arquitectura. Carla tuvo un papel fabuloso a final de noviembre en el Open de España al zanjar su participación con una sobresaliente séptima posición en Villa Padierna.
«Mi hermana es mi principal referente», apunta Rocío, «sobre todo por la actitud en el campo, tiene mucha garra y eso en golf es fundamental. Hay que morder y se nota en los gestos de la cara quién tiene ganas y quién no. Eso lo veo reflejado en mi hermana. Y también me gusta mucho Ana Peláez porque ese paso de amateur a profesional lo veo muy complicado y ella es un gran ejemplo».
La menor de las Tejedo está deseando ir a Estados Unidos: «Tengo muchas ganas. Estar en la Blume (donde llegó en septiembre) es un aprendizaje porque ya no estás con tus padres y eso te ayuda a ser más responsable; me va a ayudar cuando vaya a adaptarme bien. Tengo muchísimas ganas de ir con mi hermana el primer año para que el cambio sea más sencillo. La visité en octubre y estoy muy contenta de mi elección, me va a venir como anillo al dedo», afirma la castellonense, que dio sus primeros pasos golfísticos en el Costa Azahar y ahora milita en el Mediterráneo, antes de confesar entre risas un consejo que le dio Carla: «Ella dice que si se supera la Blume, se puede superar cualquier cosa, jajaja».
Las Tejedo y las Fernández García-Poggio. ¿Hay pique entre hermanas en el golf femenino amateur español? «No, porque tampoco ha habido muchos torneos en los que juguemos todas ni nada parecido para comparar. A nosotras, y supongo que ellas pensarán algo similar, nos gustaría ser como las Korda, quién no quiere ser como las hermanas Korda. Pero eso es un reto complicadísimo», admite. Y tanto: Nelly es número dos del mundo y Jessica, decimoctava.
No quiere ni por asomo dejar de pisar el acelerador fascinante inicio de 2023. Lo dice sin contemplaciones: «No voy a bajar la guardia ni mucho menos, tengo mis objetivos bastante pensados». ¿Cuáles son a corto plazo? Uno está claro: jugar en La Zagaleta en septiembre. “Quiero ganar otro torneo del ranking nacional para intentar clasificarme este año a la PING Junior Solheim Cup (una semana antes que la Solheim Cup de Finca Cortesín)», sostiene. El ranking empezaba en Portugal y son diez pruebas. Se clasifican las seis primeras de la lista y van otras seis elegidas a dedo.
Su balance de la Copa de Andalucía y del Internacional de Portugal, lógicamente, es muy positivo, sobre todo por su consistencia y su empaque en los momentos de la verdad: «En Lauro jugué muy sólida y fui al playoff con Alba González, compañera en la Blume. Jugamos dos hoyos y controlé muy bien los nervios. La confianza en mí misma ayudó a que me llevase la victoria. En Portugal lo hice muy bien de tee a green y el putt estuvo mucho mejor que en Málaga, eso hizo que cayeran dos birdies en los últimos cuatro hoyos para forzar el desempate con Cayetana Fernández. Seguí con la misma rutina y me llevé el triunfo».
La hija menor de Mari Carmen, que empezó a jugar con 12 años, lo dejó y luego lo retomó, y Javier, también aficionado al golf, forma parte de un elenco fuera de serie de jugadoras españolas, como refleja el ranking mundial amateur: Cayetana Fernández es séptima; Carolina López Chacarra, 21ª; Julia López Ramírez, 29ª; su hermana Carla, 46ª; Andrea Revuelta, 85ª; Lucía López, 108ª; Blanca Fernández, 119ª; Anna Casado, 136ª; Rocío Tejedo, 144ª, y Carla Bernat, 149ª. Diez españolas en el Top 150… «Hay muy buen golf femenino y Cayetana, mi hermana, Paula Martín lo han demostrado incluso en torneos profesionales. Este año hay un equipo impresionante para Europeos, Mundiales… Hay muy buena cantera. No son casualidad estos resultados», subraya.
Entra al trapo cuando se le pregunta si están mejor ellas que ellos: «Claro, de hecho, jugamos un match las chicas de la Blume y el Cetema (programa de jóvenes talentos de la Federación Madrileña) contra los chicos de la Blume y Cetema y ganamos; por muy poco, pero ganamos”. ¿Y se picaron? «Sí, sí, ellos decían que nos iban a vencer y no pudieron».
Entre sus virtudes en el campo está el driver, su palo favorito, con el que tiene «mucha confianza» y coge “bastantes calles”; le ha llegado recientemente el nuevo de PING y hasta ahora promediaba unos 215 metros de vuelo. Se le atraganta algo el 58 a la hora de sacar la bola de bunker: «Lo hago bien pero casi nunca acabo de convertir porque no la dejo suficientemente cerca. Habrá que ir poco a poco», asegura.
Se define como «culo inquieto» porque no puede parar de moverse. Rocío jugaba a menudo antes al pádel con la familia, aunque obviamente lo tiene aparcado, pero reconoce que «me adapto a cualquier cosa, como si me llevas a jugar al voleibol, al tenis o a la petanca…». Sueña la levantina con competir, «todas las veces que pueda», en una de las catedrales del golf mundial. «Me encantaría jugar el Augusta amateur de chicas, donde van este año Cayetana, Carol y Julia. Y obviamente pasar el corte y disfrutar de una jornada de competición en ese mítico campo». Con la determinación que lo dice, apostar por su concurso en el legendario recorrido de Georgia no es ningún disparate. Al contrario. Y le quedan muchos años por delante…
