Las horas previas al inicio del Augusta National Women’s Amateur se consumen a una velocidad de vértigo. Ahora mismo, las mariposas del estómago se han convertido en dragones echando fuego. La ilusión es máxima, pero también existe ambición, exigencia y deseo de hacerlo bien.
Sí, las cuatro españolas, Cayetana Fernández, Julia López, Carolina López Chacarra y Carla Tejedo tienen ganas de disfrutar de la experiencia, pero a ninguna de ellas les asusta el reto, es más, el objetivo es ganar y, a partir ahí, acabar lo más arriba posible.
El hecho de tener a cuatro españolas entre las participantes es el mejor ejemplo posible del buen estado de salud del que goza nuestro golf amateur femenino. Ellas lo saben y aseguran que es una de las claves. Ninguna lo define mejor que Carla Tejedo. Se van alimentando unas a otras, dice la golfista de Castellón que juega en la Universidad de Louisiana. «Estamos en un momento dulce. Hay mucho nivel. Es una barbaridad. Si nos juntamos todas jugando bien, el resto del mundo nos va a tener miedo. Una de las claves es que hay un pique bueno entre nosotras. Queremos ganarnos unas a otras. Somos buenas porque nos picamos entre nosotras», asegura. Aunque matiza: «es un pique bueno, después nos alegramos si no podemos ganar nosotras, pero gana otra de las nuestras».
Carolina López Chacarra mantiene la misma teoría. Se apoyan y se empujan para no parar de crecer. «Las cuatro somos muy amigas, es una experiencia única y un orgullo defender a España. Se están haciendo las cosas muy bien en el golf español. Somos competitivas, pero siempre dentro de lo amistoso», señala.
Precisamente, la golfista madrileña de Wake Forest ha reconocido que cuando ha llegado al campo de prácticas por primera vez esta semana ha tenido que bajar el pistón. La enseñanza de lo que ocurrió el año pasado está muy presente. «Me lesioné en la muñeca dando bolas los días antes del torneo, en esa misma cancha de prácticas. Por eso, esta vez he llegado con un poco de miedo. Me he dicho ve tranquila. Es un nervio y siempre vuelve un poco el dolor, pero estoy contenta y agradecida de estar aquí», señala.
Carolina estudia psicología, una materia que le va a servir de mucho esta semana y a lo largo de su carrera. Se lo aplica a diario. «Sí que sirve. Una de las claves es decirte cosas buenas. Si te dices cosas buenas y positivas es más posible que te pasen cosas buenas y positivas. Y al revés. La teoría la conocemos y lo que hay que hacer es ponerla en práctica. Hay que decirse cosas positivas», resume.
Cata Fernández, por su parte, está viviendo a tope el sueño de Augusta. Desde que se bajó del autobús. «Conocer Augusta es un sueño, cómo te reciben, cómo está todo preparado, la llegada al hotel, los regalos sorpresa… Te da mucha importancia y no estás acostumbrada», asegura la joven madrileña de 17 años que estudiará el próximo curso con su hermana Blanca en Texas A&M.
En cuanto a la preparación, todas lo tienen claro. No hay que cambiar nada cuando las cosas van bien. Físicamente, la que viene algo más justa es Julia López. La malagueña ha estado jugando hasta antes de ayer, cuajando una gran actuación, pero no ha tenido mucho tiempo para pensar en el torneo. Las ganas, eso sí, pueden con todo. «Además, esta semana me llevan la bolsa, así que no hay nada de lo que preocuparse», asegura risueña la golfista de Mississippi.
Resultados en directo del Augusta National Women’s Amateur
