Inicio Grandes Circuitos María, este putt vale básicamente por todo el año que viene…
Blog de María Parra tras clasificarse para la final de la Escuela del LPGA

María, este putt vale básicamente por todo el año que viene…

Compartir
María Parra, junto a Patrick Simard en la segunda fase de la Escuela del LPGA.

La primera decisión importante la tuve que tomar dos semanas antes de jugar la segunda fase de la Escuela del LPGA Tour. Tenía por delante el último torneo de la temporada del Symetra Tour y no lo tenía claro. Por un lado, es obvio, quería jugar. Era un torneo más, es mi circuito, podía mejorar en el ranking… Sin embargo, por el otro, sentía que debía parar. Hacía mucho tiempo que no pasaba por ‘talleres’ y mi swing no andaba demasiado bien. Además, tenía asegurado el top 80 del orden de mérito y, por tanto, los derechos completos del Symetra para 2022. Lo hablé con mi entrenador Juan Antonio Marín y acordamos que no jugaría en el Symetra y aprovecharía esa semana para volver a casa y trabajar con el objetivo de ponerme a punto para la Escuela.

Fue una sabia decisión. Me alegro mucho de haberlo hecho así. Trabajé cinco días de sol a sol. Desde las nueve de la mañana a las siete de la tarde con una breve parada para comer. Me parece que pegué más bolas en esos cinco días que en todo el año (jajajaja). Funcionó. Arreglamos lo que estaba desajustado y me vi de nuevo pegando muy bien a la bola. Era lo que me hacía falta antes de la Escuela.

Fui a la segunda fase, que se jugó la semana pasada en Florida, junto a Patrick Simard de caddie. Fue una semana difícil y con mucha tensión, pero espectacular al mismo tiempo. Jugué muy bien al golf y pateé muy bien, especialmente el último día. Qué nervios. Empecé la ronda final sabiendo que el -2 que llevaba no me iba a servir para entrar en la final. En mi hoyo 9, empecé por el 18, iba al par con un birdie y un bogey y Patrick me dijo: «de aquí al final me tienes que dedicar dos birdies». Creíamos que con uno entrábamos, pero mejor dos para ir más desahogada.

No fue fácil. En el hoyo 3 tuve que meter un putt espectacular de ocho metros para par. Uf. En el 5 cayó el birdie. Lo jugamos muy bien. Pegué un drive muy bueno al centro de la calle, que apenas tenía 15 metros de ancho en esa zona, y un segundo tiro de 126 metros. Fue un hierro 8, tres cuartos, un poco ‘pancheado’ para buscar línea a la bandera. La dejé a cuatro metros y dentro… ¡Vamos!

Con ese resultado estábamos dentro, pero aún había que sufrir. En el hoyo 8 fallé el hierro por la izquierda. No me quedaba más remedio que hacer approach y putt. Creo que fue un buen golpe, pero botó fuerte en green y se marchó a cinco metros. Máxima tensión. Recuerdo que me dije: María, este putt básicamente vale el año que viene entero… Lo metí por todo el centro y saqué un puño increíble. En el hoyo 9 hicimos un par muy bueno. Lo jugamos de libro y sabíamos que estábamos dentro. Lo celebramos por todo lo alto, creo que hasta algún bailecito nos marcamos en el green.

Ahora estoy de nuevo en casa. Toca trabajar duro con Juan Antonio para preparar las QSeries, la final de la Escuela. Es un reto muy duro. La he jugado un año y es muy complicada. Son ocho vueltas, dos semanas de competición y la paciencia es clave. Hay un corte después del cuarto día, aunque todavía no se sabe con cuántas jugadoras, y sacan la tarjeta las 45 primeras. Es el gran objetivo. Voy a entrenar muy duro estos días, todas las parcelas del juego, aunque quiero hacer especial hincapié en los golpes de 100 metros hacia abajo. Creo que es la clave principal del golf, donde están los birdies. ¡¡Vamos!!

1 COMENTARIO

  1. Que buena lectura! Tanta emoción en una ronda! Felicidades por lograr tus metas! Sigue dandole todo, y buena suerte en la siguiente fase!

Comments are closed.