Inicio Blogs Nacho Elvira Una rutina diaria y un programa estricto de alimentación

Una rutina diaria y un programa estricto de alimentación

Compartir
Nacho Elvira © Golffile | Thos Caffrey
Nacho Elvira © Golffile | Thos Caffrey

Hola a todos. Os escribo desde casa, donde todos debemos estar. Antes de nada, os lo pido de corazón, seamos responsables, hay que quedarse en casa. Es un esfuerzo, sí, pero tampoco nos están pidiendo la luna y es algo básico para frenar esto cuanto antes.

Un ‘Diablo’ español en la Palmer Cup

Cada uno pasará el confinamiento como mejor sepa, quiera o pueda. Yo os cuento mi experiencia. Me he puesto una rutina diaria porque de lo contrario creo que te puedes volver loco. Me levanto a las nueve o nueve y media, desayuno y hago una primera sesión de gimnasia. Después trabajo en lo que sea necesario en casa, comemos, por la tarde otra sesión de gimnasia, doy un repaso a las noticias y rápido llega la hora de la cena. La verdad es que a mí se me pasa el día volando. No tengo mucha queja en eso. Echo de menos jugar al golf, obviamente, pero es importante llenar el tiempo con otras cosas. Y ahora el golf debe pasar a un segundo plano.

El US Open también cae y no se jugará en su fecha prevista

Estoy trabajando el físico más que en toda mi vida. Sigo las órdenes de Edu Serrano, mi entrenador, y hago un poco de todo con lo que tengo aquí. Me compré una bicicleta estática de spinning y con eso entreno el cardio, y después tengo comba, gomas, las cuerdas de batalla… Le estoy dando fuerte dentro de un orden. Pero es fundamental mantenerse activo.

También me he puesto muy serio con la alimentación. Por mucho físico que hagas estás menos activo que antes y gastas menos, así que hay que llevar un control. Hicimos un programa estricto con Edu y lo estoy llevando más o menos a rajatabla. Si antes consumía unas 3.200 calorías en los torneos, ahora lo he rebajado a 2.200 – 2.500. No paso de ahí. Como cualquier deportista me gusta marcarme unos objetivos y ahora que no tenemos competición deben ser de otro tipo. Hay que tener la mente entretenida para que la ansiedad no nos termine comiendo.

VÍDEO: Gareth Bale afila su putter durante el confinamiento

Estoy leyendo mucho, aunque sobre todo por internet, no tanto libro. Me informo todos los días en Ten Golf, leo sus historias, y sigo muy al día todo lo del coronavirus, además teniendo en casa a una periodista como Cris, que está teletrabajando, no queda otra. En cuanto a películas y series, la última que vimos es Califato, que lleva una temporada. Entretenida.

Por cierto, el estado de alarma nos pilló en mitad de la mudanza de casas y no nos dio tiempo a traernos todo de la antigua. Podríamos ir y saltarnos la obligación de quedarnos en casa, pero es el momento de tener responsabilidad. Ya habrá tiempo. Tenemos la mitad de la ropa y de los muebles y yo, por ejemplo, no tengo aquí mi bolsa de palos. Me las arreglo como puedo. Tampoco tengo mi alfombra de putt, así que hay que agudizar el ingenio para seguir practicando algo, aunque de momento no he podido hacer mucho. En los primeros nueve o diez días después de la mudanza no tuvimos wifi en la casa. Eso sí es un confinamiento como dios manda. Pero vamos, que al final no pasa nada. Todo se puede llevar ‘palante’ con disposición y buen ánimo.

El aspirante (un relato de ficción) Capítulo ocho: Los parias de este circo

No me quiero meter mucho en política, pero si no lo digo reviento. Me parece que la gestión que se ha hecho por parte del gobierno de España de esta crisis del coronavirus ha sido nefasta. Entiendo que nadie podía predecir lo que ha ocurrido, pero es obvio que hubo que tomar medidas antes. Si lo hubieran hecho, seguro que habríamos evitado muchas muertes.

Podcast exprés: Charla de cuarentena con Sergio García

Me quedo con el testimonio de una directora de una residencia de ancianos de Lleida. Lo he visto esta mañana en televisión. Lo siento pero no me acuerdo de su nombre. El estado de alarma se decretó el día 12 de marzo y ella desde el día 8 decidió encerrarse en la residencia con los mayores. No dejó entrar ni salir a nadie. Dividió a sus trabajadores en dos grupos y unos se han quedado en casa y otros están conviviendo con los ancianos. La directora está viviendo con ellos sin salir de allí. Todos están bien. Esto es un ejemplo de gestión. Se tendrían que haber tomado otras decisiones en España en lugar de haber llenado las calles de ideología. Insisto, esto no se habría detenido, pero sí se habría ralentizado más y, sobre todo, habría dejado menos daño.

Charlie Sifford, el hombre que libró al golf del racismo

A cuidarse todos y muchas gracias a todos los que están al pie de cañón luchando contra este virus. Aquí os dejo algunas cosas de entrenamiento que estoy haciendo en casa…