Hola a todos, os escribo este primer blog desde la terraza de mi club, en Val de Rois. Acabo de estar practicando un poco el approach con el Puma de Laukariz (Javi Sainz) y me pongo a escribir. Ay, el approach. Sí, sí, lo tengo que mejorar, entre otras cosas…
El balance de los tres primeros torneos del año, Abu Dhabi y los dos de Ras al Khaimah, es que en cierto modo han servido de pretemporada oficial. Hemos ido un poco a remolque. Abu Dhabi fue mi primer torneo con la bola Srixon y lo noté. Había estado dos semanas practicando en casa con la nueva pelota, pero claro, el suelo de Galicia, muy mojado en aquellas fechas, tampoco era lo mejor. Llegué justo de adaptación.
En Dubai me quedé primer reserva y me dolió bastante. Fue una semana entera pensando si iba a entrar o no y me consumió bastante energía. Tenía muchas ganas de jugar allí. Me despistó más de la cuenta y mentalmente no estuve al ciento por ciento en Ras al Khaimah. Muy mal todo.
Fueron cuatro semanas fuera y no competí en ningún momento al máximo. La diferencia entre Abu Dhabi y Ras al Khaimah fue que puse más ilusión y ganas. Si no mejoramos, vamos a ir mal. Ahora estoy en ello, recuperando las bases, sobre todo el approach, el putt y la mentalidad. Si nos falla alguna de esas cosas, vamos mal, si nos fallan los tres, no hay nada que hacer. El putt en Ras al Khaimah ha estado a un nivel que no había visto en mucho tiempo. De mal, claro.
No he pateado bien y cada fallo me restaba confianza. En Ras al Khaimah, por ejemplo, el segundo día de la primera semana, hice birdie al 18 metiendo un putt de una cuarta por la cocina y marcando la bola. Nos fuimos al 1 y me dijo Noelia: «venga, va, nueve hoyos buenos, cuatro birdies y nos metemos en el corte». Y yo le respondí: «no puedo hacer cuatro birdies en la vida si lo único que he metido es el del 18 y mira cómo ha sido». Es un ejemplo de lo que os hablaba de la mentalidad.
Las dos semanas de Ras al Khaimah han sido de las peores que recuerdo con el putt y tampoco he conseguido estar cómodo con el 60 grados. El approach, el putt y la mentalidad han sido claves.
No creo que haya preparado mal los torneos, más bien se me ha vuelto todo en contra. A la vuelta de Sudáfrica tenía cita para un fitting con Srixon en Londres. Ahí íbamos a ajustar todo el equipamiento nuevo. Sin embargo, vino la Ómicron, ya no pudimos viajar y encima los envíos tardaron mucho más de lo habitual. Todo se fue complicando, más allá de algunos problemas externos al golf que estoy tratando de resolver. Creo que planeamos bien, pero salió mal.
Es curioso porque de swing estoy mucho mejor que el año pasado. Estoy metiendo mucho drive en calle, pero el approach, el putt y la mentalidad han ido mal. Si arreglamos eso haremos grandes cosas.
Por supuesto, de este inicio de año lo más sonado ha sido el golpe desde el búnker en Abu Dhabi. Si algo me dejó ese golpe es demostrarme que tengo recursos. Si me lo dice la gente será así. De modo que si no recuperamos pronto mi mejor juego, siempre nos podremos dedicar al circo… Como decía un amigo mío, siempre hay que saber reinventarse. Era carnicero y ahora vende comida para mascotas.
Por cierto, ayer en el circuito gallego pegué un golpe aún más impresionante que el de Abu Dhabi. Estaba entre árboles a 125 metros, pegué a zurdas y la dejé a tres metros con ‘backspin’…
