El Honda Classic, torneo del PGA Tour que arranca el próximo jueves, se celebra de manera ininterrumpida en el calendario americano desde el año 1973. Es unas de las citas regulares con más solera al otro lado del Atlántico.
Ahí está su palmarés que incluye a Jack Nicklaus (tres triunfos), Johnny Miller, Lee Treviño, Tom Kite, Hale Irwin, Fred Couples, Nick Price, Rory McIlroy o Vijay Singh, entre otros. La peana de su copa está plagada de jugadores que en algún momento de sus carreras han sido Número Uno del mundo. Por contra, nunca lo ha ganado Tiger Woods, aunque lo cierto es que tampoco lo jugó demasiado.
Durante años el Honda Classic ha sido una de las citas más importantes del PGA Tour. En 2014 y 2015, sin ir más lejos, llegó a repartir al ganador sesenta puntos de ranking mundial. Sin embargo, en los últimos tiempos ha perdido fuerza. Concretamente, su semana se ha visto maltratada por el cambio profundo que se hizo en el calendario del PGA Tour en el año 2019, cuando el PGA Championship pasó a mayo y el THE PLAYERS Championship regresó a marzo.
De pronto, el Honda Classic dejó de encajar en los calendarios de las principales estrellas del golf mundial. Así, en 2020 el premio para el ganador bajó a 46 puntos y el año pasado tocó fondo de una manera terrorífica. El campeón, Matt Jones, recibió apenas 34 puntos, una de las cifras más bajas de un torneo regular del PGA Tour en toda la historia. Nos referimos, claro, a torneo completo, no a esas semanas compartidas tipo Puerto Rico Open, Barrracuda o Barbasol. El año pasado el balance del ‘Field’ era bastante pírrico. Habría tres top 25 del ranking mundial y apenas cinco top 50.
Este año al menos ha cogido algo de aire y ha remontado el vuelo. No se parece ni de lejos al Genesis Invitational de la semana pasada o al Arnold Palmer Invitational que se disputa justo después, pero al menos ha recuperado cierta energía. El ganador se llevará 42 puntos del ranking mundial y tenemos a dos top 15, seis top 25 y 12 top 50. El mejor jugador del torneo es Louis Oosthuizen. Otro de los grandes atractivos es el regreso de Martin Kaymer tras el periodo de descanso que se ha tomado tras ser padre por primera vez.
Sigue siendo uno de los torneos ‘pobres’ del PGA Tour, lo que no significa que sea malo. Las comparaciones son odiosas. Para que ven el músculo del circuito americano, incluso esta cita que no desprende tanto glamour como otras, se encuentra a la altura del Abu Dhabi Championship, todo un Rolex Series del DP World Tour. El primer torneo de la gira del desierto repartió 46 puntos, no tan lejos de este Honda Classic.
Eso sí, al menos, ha conseguido no caer tan bajo como el AT&T Pebble Beach, que este año apenas ofreció 36 puntos al ganador. Eso sí es tocar fondo.
