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A dos metros (y hasta tres) de la lucha por la victoria en el US Open

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Hay un principio de golf que dice que los putts entre los noventa centímetros y el metro y medio de distancia son los que te mantienen o te sacan de la pelea por la victoria. De un modo general, encierra mucha verdad. En este tramo de distancia es donde aún se acierta mucho, pero también comienza a dispararse el margen de error de un modo más o menos significativo entre los profesionales y, además, son distancias desde las que normalmente se tira para salvar el par del hoyo. Una vez te has mantenido en la lucha, el mismo principio concluye que los putts embocados entre los tres metros y medio y los seis metros de distancia son los que te dan o te quitan el triunfo, pues desde estas distancias los profesionales normalmente están pateando para birdie y todavía existe un margen de acierto bastante apreciable (en torno al 22 por ciento de los putts de entre tres y seis metros de distancia emboca un jugador medio en el PGA Tour). 

Pues bien, de un modo general en todos los Grandes, y mucho más particularmente en este US Open 2015 en Chambers Bay, la primera parte de la sentencia hay que estirarla: serán los putts de entre metro y medio y hasta tres metros de distancia los que te mantengan en la lucha…

Es así porque normalmente en estos torneos es mucho más complicado dejar la bola cerca del hoyo cuando se está recuperando desde los alrededores de unos greenes más firmes y rápidos. Así lo están viendo los profesionales en los días previos al inicio de la competición, donde además los greenes tan movidos de Chambers Bay complican aún más la situación.

De todas maneras, tampoco hay que dramatizar. Salvo Tiger, a quien se ve ligeramente apesadumbrado por el tipo de campo y lo que él supone que será un plan retorcido de la USGA para hacer el juego imposible (no deja de repetir que todo dependerá de lo que haga el jefe de la USGA, Mike Davis), la gran mayoría de jugadores cree que no siempre se estará luchando por salvar pares y que el recorrido siempre ofrecerá un puñado de opciones de sumar birdies. Así se han  expresado pesos pesados como Mickelson, McDowell, Stenson, Kaymer o Fowler, y algo parecido se palpa en los corrillos del vestuario o el campo de prácticas. Ya veremos.

Hasta cierto punto Woods tiene razón. El campo está muy firme, muy duro y los jugadores pueden terminar hechos un lío calculando distancias, botes y rebotes si a cada jornada el libro de yardas es completamente nuevo. Porque eso es lo que tiene Chambers Bay: está preparado y diseñado para cambiar en un abrir y cerrar de ojos el metraje, los ángulos de tiro (sobre todo en algunos pares 3) y hasta el par del recorrido…

En este sentido, Jack Nicklaus ha dejado caer que está convencido de que Davis no va a forzar el terreno ni las situaciones más de lo debido. Algo sabrá el gran Jack, quien por cierto ha reconocido que le gusta mucho el campo.

Las jornadas previas al torneo nos han dejado algunas pistas acerca de cómo llegan algunos de los considerados favoritos.

-McIlroy aterrizó el pasado sábado con la autoestima por las nubes, muy al estilo Lebron James, o al menos con la idea de enviar ese mensaje a todos. Asegura sentirse el Número 1 del mundo y punto. Afirma también que después de los resbalones en Wentworth e Irlanda ha encontrado su juego.

Los tres nombres más repetidos en sala de prensa como posibles ganadores son sin discusión estos tres: McIlroy, Jason Day y Phil Mickelson. Este último cerraría así su Grand Slam particular con 45 años recién cumplidos y la relación tormentosa que mantiene con el US Open (seis segundos puestos lo contemplan) terminaría en boda.

Un interesante ‘outsider’: Ryan Moore. Más que nada porque la mayoría de su familia, y él mientras estuvo en edad escolar, vive en un radio de no más de diez millas hasta el campo. Está feliz, anda risueño y pidiendo entradas a sus compañeros para atender todos sus compromisos. Aunque, claro, este tipo de situaciones nunca sabe uno como acaban con tanta distracción y palmadas en el hombro…

Los dos españoles presentes en el torneo, Miguel Ángel Jiménez y Sergio García, están fuera de todos los radares. Digamos que, de entrada, no es un mal comienzo. Fuera presiones y a hacer camino andando…

Uno que no es outsider, cuyo nombre se ha escuchado menos, pero lo suficiente: Justin Rose. Otro en la misma situación: Dustin Johnson. Su hora debe estar al caer.

Horario de salidas del US Open