Inicio Grandes Circuitos Cuando a Tiger le levanta la mano el padre de la criatura…

Cuando a Tiger le levanta la mano el padre de la criatura…

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Tiger Woods anda enfurruñado con Chambers Bay. No le gusta lo que ve. Le preocupa tanta incertidumbre, tantas maneras diferentes de jugar el campo. Le preocupa lo duro que está, el viento, la tremenda diferencia que, a su juicio, hay entre jugar por la mañana y la tarde. Le preocupa lo duro que está el campo, el movimiento de los greenes y hasta los aspersores que están a borde de green le preocupan. No se fía un pelo.

El campo nada tiene que ver con el que estuvo machacando durante siete horas el lunes y el martes previo al Memorial, hace ya dos semanas, y Tiger anda descolocado. Lo pone todo en manos de Mike Davis, el presidente de la USGA y hombre encargado de decidir cómo se juega cada día Chambers Bay. Hay tantas posibilidades que Woods está convencido de que más que nunca el US Open será lo que este señor quiere que sea.

Tiger está especialmente mosca con lo seco que se encuentra el campo, una condición que sin duda sólo puede añadir más drama a un drive que anda realmente cogido con alfileres Ya no sólo dependes de pegarle bien a la bola, sino de que bote en el sitio exacto y hacia donde quieres. Será un mayúsculo ejercicio de precisión a lo que Woods no tiene claro si su drive está preparado.

Andaba Tiger desgranando a pecho descubierto el campo cuando se levantó una mano en la sala de prensa para preguntar. No era un periodista. No era una mano cualquiera. Tomaba la palabra Robert Trent Jones Jr., el diseñador del campo, el artífice de esta bendita locura que está generando todo tipo de comentarios. «Tiger, nos conocemos desde que tenías 14 años y agradezco mucho tu sinceridad sobre mi campo de golf y todos los rebotes extraños que te vas a encontrar esta semana, ¿crees que hemos dado suficientes alternativas para jugar el campo de distintas maneras y que estamos ante un campeonato que obliga a pensar al golfista tanto como a pegar el golpe?».

Tiger bajó el pistón al escuchar al padre de la criatura y realizó la siguiente reflexión: «Seguro que has ideado el campo para que se juegue de muchas maneras, pero al final va a depender de lo que haga Mike Davis. Por supuesto que estamos acostumbrados en el US Open a manejar diferentes posibilidades de golpes desde el tee, pero es que como en este campo, ninguno. Jamás me he encontrado yo con un recorrido donde tengamos tres o cuatro golpes distintos desde cada tee. Simplemente, Mike Davis puede preparar 36 hoyos de 36 maneras diferentes. Son tantas posibilidades que es muy duro para el jugador contemplarlas todas. Por ejemplo, en el hoyo 9, si pegas desde el tee de arriba tiene un 5 o un 6, pero desde abajo estás pegando una madera 5, y en realidad hay menos distancia desde abajo. Será interesante ver lo que hace Davis», aseguró.

Tiger no las tiene todas consigo, pero eso no significa que renuncie a la victoria, ni mucho menos. No sería Tiger. A medida que avanzó la rueda de prensa y, sobre todo, tras la pregunta directa de Trent Jones, Woods rebajó el tono. «Estoy contento con mi juego. Le estoy pegando bien a la bola y creo que Joey (su caddie) y yo hemos hecho un buen trabajo para estudiar bien los contornos de los greenes y saber qué línea pegar desde el tee y por donde no se puede fallar en estos greenes. Hay lugares en los que si fallas, no podrás salvar el par salvo que metas un putt de siete metros. Eso lugares hay que evitarlos. Si he hecho tantos cambios en mi swing durante mi carrera es para mantenerme competitivo y seguir ganando torneos. Ese es el único objetivo», afirma.

Tiger no está cómodo en Chambers Bay, circunstancia que no hace si no añadir más incertidumbre a cuál puede ser su rendimiento esta semana.