Veníamos de un duelo al sol espectacular, a cara de perro, el pasado lunes en el Hero Dubai Desert Classic entre Rory McIlroy y Patrick Reed, que se llevó el número uno del mundo con un fantástico birdie en el 18 para evitar el desempate tras las andanadas del estadounidense. El combate cobró tintes épicos por muchas razones, no sólo deportivas. El norirlandés emerge como el principal exponente del PGA Tour y el DP World Tour mientras el texano forma parte del ejército de LIV Golf. Todo ello aderezado con el pique con el Tee Gate a comienzos de la semana.
Cuatro días después hay una batalla similar en el PIF Saudi International, torneo del Asian Tour, pero en esta ocasión los principales gallos sobre el campo pertenecen a LIV y hay escasa representación del PGA; es más, los que han ido a la Ciudad Económica del Rey Abdalá han recibido permiso del circuito americano. Tras los primeros 36 hoyos en el Royal Greens Golf & Country Club, Abraham Ancer (-11) y Cameron Young (-10) emulan a Rory y Reed. El mexicano, que lleva los galones de LIV en la pechera, iba camino de entregar una tarjeta inmaculada con cinco birdies, pero la emborronó con el pinchazo del 17 y al desaprovechar el par 5 del 18; aun así, se retuvo al liderato con 11 menos. En la otra esquina del cuadrilátero, el neoyorquino, mejor novato del año en el PGA y una de sus principales joyas, amasó otra ronda de 65, aun fallando ocho calles y haciendo bogey en el 17 también, para pisar los talones del norteamericano. La cosa promete para el sábado y el domingo.
Ambos aprovecharon las benignas condiciones vespertinas en el recorrido saudí respecto a la mañana, igual que Louis Oosthuizen, tercero con -8. El sudafricano venía con una vuelta irregular, pero el eagle en la última bandera lo aupó, de momento, al bronce, igualado con Marc Leishman y Sadom Kaewkanjana, quienes se las aviaron en el turno matinal para ganar con holgura al campo.
El desatino de Sergio García (-5) en los putts (hizo 27 en la primera ronda y 34 hoy) explica por qué no se ha acercado más a la cabeza. Fue salvando pares en los primeros nueve y en los segundos le faltó encontrar el camino al hoyo en sus putts de birdie. Lástima, por cierto, que no lograra eagle en el 18 después de un portentoso segundo golpe en el que dejó la pelota a cuatro metros del trapo. Aun así, al borde del Top 10, tiene dos días para remontar puestos. En la undécima plaza también andan Reed, el defensor del título, Varner III, y Paul Casey.
Cara y cruz para los otros dos españoles en la cita saudí. David Puig (-2) sigue adelante tras una ronda controlada que empezó bien, tres birdies en 11 hoyos, y se torció algo al final con un par de errores en el 13 y el 17, minimizados con el acierto del 18. Corte pasado y 36 hoyos para subir puestos y acumular experiencia. Eugenio Chacarra (+2) se quedó a dos de la criba. Se recuperó de un doble bogey inicial con birdie al 2, pero amasó nueve pares seguidos antes de caer en barrena con cuatro manchas en cinco hoyos, entre el 12 y el 16, que lo colocaron con +5. Peleó hasta el final con birdie en el 17 y un eagle en el 18, pero fueron insuficientes para el vencedor de la cita en Bangkok el año pasado de LIV Golf.
Un nutrido grupo de notables se apearon del torneo a las primeras de cambio. Cameron Smith (+2) necesitaba recuperarse del mal jueves y no pudo. El número cuatro del mundo se anotó cuatro birdies, pero tres bogeys lo apartaron del primer evento del Asian Tour, con una bolsa de premios de cinco millones de dólares a la que tampoco aspirarán Phil Mickelson (+1), que selló una vuelta fiel a su estilo con cinco birdies (tres en las cuatro primeras banderas), tres bogeys y un triple bogey, Sihwan Kim (+1), ganador de la Orden de Mérito del Asian Tour, Bubba Watson (+2), Kevin Na (+4) y Bryson DeChambeau (+7), quien se marcha del torneo con una pobre actuación en los greenes: 67 putts.
