Víctor Pastor está más que satisfecho por el segundo puesto cosechado en el Duncan Taylor Black Bull Challenge, primera parada de las dos consecutivas del Challenge Tour en el Karnataka Golf Association. El segundo puesto alegra, el empujón en la Road to Mallorca mucho más, pero sin duda lo más positivo ha sido la actitud y el juego metido en la pelea por ganar.
«Estoy muy contento. Me queda la misma sensación que en Sancti Petri el año pasado. Yo he hecho la vuelta que tenía que hacer para ganar y ha habido alguien que ha jugado mejor que yo. No me puedo reprochar nada. Para ganar lo primero es estar ahí, he estado y siento que he hecho lo que tenía que hacer. Otro día habría ganado el torneo. Darle la enhorabuena al campeón y poco más», explica a Ten Golf desde el hotel donde se alojan los jugadores estos diez días.
En cuanto a la última ronda, Víctor admite que empezó algo dubitativo con el putt y más pendiente de otras cosas que su propio golf. «Ha sido más montaña rusa que otros días, aunque no lo parezca porque sólo salió un bogey. Con el putt no he estado tan fino. No he fallado ninguno corto y he conseguido ir cuadrando, pero hasta el hoyo 8 no terminaba de estar cómodo», asegura.
En este sentido, una anécdota en el 7 y una charla en el 8 lo cambiaron todo. «Me di cuenta de que estaba tratando de controlar demasiadas cosas externas. Había mucha gente, mucho ruido y, además, en el 7 un marshal ha pegado una patada a mi bola… En el tee del hoyo 8 me he parado y me he dicho: a disfrutar del día. Me he centrado y desde ahí he empezado a jugar mejor, ha funcionado mejor el putt. He salvado alguna que otra. He metido putts de metro, metro y medio que ayudan y dan fuerza», apunta.
Para terminar la ronda, Pastor recuerda el gran birdie que ha hecho en el 17, donde se ha dado cuenta de que realmente podía ganar el torneo, y la opción larga en el 18. «En el 17 me he puesto empate, algo que no sabía hasta ese momento. La metí desde cinco metros, pero el líder después la ha metido desde cuatro para seguir uno arriba. En el 18 no la he dejado cerca. A unos 10-12 metros. Ha sido un buen putt pero no ha entrado. Contento con la semana. Es un empujón para el resto del año. Uno de los objetivos es estar arriba toda la temporada y es una alegría estar ya ahí en esas posiciones», remata.
