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La toga puede esperar…

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«Hace 10 años estaba pateando en mi club y pensaba: Estoy tirando para ganar un torneo del PGA Tour»

Son palabras pronunciadas hace escasos meses por Jordi García Pinto al poliédrico periodista de L’Esportiu Jordi Prat, autor también de la foto que ilustra este texto. Para coronar tan alta cima falta todavía, aunque los pasos que va dando este joven de 24 años son los adecuados. Ninguno en falso. Tiene la cabeza bien amueblada, sobre los hombros y no en las nubes, como tantos y tantos deportistas que destacan desde mozos.

El revés por no obtener la tarjeta del circuito europeo en el Challenge la pasada temporada después de empezar ganando en Kenia devino en estímulo, no en frustración. Ahora, poco más de medio año después, ya cuenta con la garantía, aunque él lo diga con la boca pequeña al quedar dos tercios de competición por delante, de poder competir en la Race to Dubai en 2015 gracias a sus buenos resultados, con el colofón del triunfo en Saint Omer el domingo.

“La primera victoria fue inesperada, pero ésta sí iba buscada, era pretendida”, dice orgulloso desde su casa de Girona el jugador que lidera el ránking del Challenge con un amplísimo margen. ¿Quién es Jordi García Pinto? Habría que remontarse un par de décadas atrás, cuando su padre, gran aficionado al golf, lo apuntó a dar palos con cuatro añitos. Lluís García Rafanell, padre de la criatura, es un conocido médico de la ciudad catalana que trabajó durante 12 años en el Valvi Girona, mientras que su hermano Albert tenía un puesto en la parcela económica del club. “El baloncesto es de mis deportes favoritos, pero para verlo porque nunca lo practiqué”, afirma a Ten-Golf el jugador.

Jordi es el mayor de tres varones y también Marc y Toni practican golf: “Tienen hándicap 0 y 1. Son muy buenos, aunque al pequeño está ahora con el pádel en plan semiprofesional. También mi novia, Ana, juega al golf”. Ella, barcelonesa de Sant Cugat, luce hándicap 5. “Jugamos todos menos mi madre”, cuenta entre risas.

No ha sacado los pies del tiesto nunca, lleva una vida muy sana, no prueba el alcohol y los estudios han prevalecido siempre sobre todo lo demás. El yerno perfecto… “La prioridad era sacar buenas notas en el cole y en la universidad; luego iba el golf”. Cursó el Grado de Derecho, ahora estudia un máster que acabará en un semestre (llegó el domingo por la noche a casa y el lunes se fue a Barcelona a unas prácticas en los juzgados) y después se examinará para convertirse en abogado, aunque la toga puede esperar viendo el camino que lleva con la bolsa de palos. “Me gusta los juicios, pero me dedicaré al golf hasta que me canse… Es una forma de hablar”, expone.

Minucioso y ordenado, Jordi tiene claro que “sin organización es difícil que las cosas salgan bien, pero no sólo en el golf, sino en la vida en general”. Rechazó varias propuestas para ir a universidades americanas porque entendía que las etapas había de ir cerrándolas en su casa, igual que optó por tratar de ganarse el derecho de competir en el European Tour a base de constancia, un torneo tras otro en el Challenge, cuajándose en los campos de Europa y parte del extranjero, no en la final de la Escuela, que se celebra en su club, el PGA Catalunya en Caldes de Malavella.

Exquisito en el trato, García Pinto, quien descansará esta semana pero a la vuelta de la esquina lo esperan en Escocia y en Alemania, asume que el trabajo no se ha acabado aunque el objetivo del European Tour sea un hecho: “Voy a ir a por todas a tratar de ganar el Challenge Tour. No voy a pensar tanto en el ránking, sino torneo a torneo. Si sigo jugando bien, el reto es quedar lo más arriba posible”.

Venía avisando desde comienzos de primavera en el NH Collection, torneo disputado en La Reserva de Sotogrande y compartido con el European Tour donde acabó segundo, de que el entrenamiento invernal había sido exigente y, por tanto, de calidad: “Esto es lo bueno. Si trabajas bien, al menos que salgan las cosas como esperas”. Llegarán momentos de mucha responsabilidad, ya no esta temporada pero sí la siguiente, cuando debute con pleno derecho en el circuito europeo: “Es lo que me gusta a mí. Cuanta más… mejor. Sin presión la vida es muy aburrida”, zanja el catalán, que bien sabe que es de bien nacidos ser agradecidos y por eso no olvida a quienes lo están ayudando en esta travesía hacia la élite, sus patrocinadores: Titleist, el PGA Catalunya, el Patronato de Turimo de la Costa Brava, la Federación Española y Footjoy. Llegarán muchos más, al tiempo.

Aquí os dejamos la entrevista que mantuvimos con el gerundense en Tengolf Radio, en El Desmarque…