Historias de la Fábrica de Talentos
Gary Stal nos ha dejado con la boca abierta tras su impresionante victoria en Abu Dhabi. Con sólo 22 años y partiendo a siete golpes del líder, sacó sus mejores armas, supo aprovechar la debilidad de Kaymer y, sin dejarse impresionar por rivales de semejante enjundia, uno de ellos Número 1 del mundo, sentenció un torneo en el que nadie barajó su nombre como ganador.
Stal es un chico Challenge. Es más, comenzó en el Alps Tour. Coincidí por primera vez con él peleando por el título del Alps de Barcelona en 2012, donde construyó una brillante remontada final (quedó 3º), que sólo quedó eclipsada por la victoria del jugador local Pablo Larrazábal y la primera participación de Javier Ballesteros, el hijo de Seve, junto a profesionales. Tenía 19 años. Era tímido, educado y se escabullía entre el batallón de franceses que juegan en el Alps. Su eclosión es producto de la gran labor que está haciendo la Federación Francesa con su importante apoyo al neopro.
Gary fue dando los pasos correctos. Fue un magnífico amateur, Número 1 en 2011, y cuando se hizo profesional en 2012, con sólo 19 primaveras, decidió alternar Alps y Challenge Tour. Tocaba aprender. Y no hay mejor escuela. El Challenge no sólo enseña golf, también se absorbe todo lo que rodea a la alta competición, que es mucho, y que influye definitivamente en el éxito o no que se tenga en el futuro.
Quizá, la lección más importante que aprendió Stal en aquellos años fue la del juego lento. Estuvo al límite de ser sancionado en varios torneos por no seguir con el ritmo exigido y tuvo que hacer un gran esfuerzo para acoplarse y poder enfrentarse a los mejores. Fue curioso verlo en Abu Dhabi peleando cara a cara con Rory McIlroy, uno de los líderes contra el juego lento en el golf profesional. ¡Qué presión para el francesito!
El Challenge es cada vez más referencia. Abu Dhabi fue otro ejemplo más. Stal venció a Kaymer, un jugador a quien probablemente tuvo como referente al ser también un producto Challenge. Igualmente, Stal se enfrentó en el año 2012 a Koepka en el Challenge de Catalunya, otro referente, con quien coincidió igualmente al año siguiente en el Challenge de Madrid. Stal ha dado los pasos adecuados para llegar hasta donde está ahora, aunque debe seguir subiendo peldaños de una escalera que comenzó hace dos años en el Challenge Tour. Un talento más de la factoría.
