Eduardo de la Riva y Jorge Campillo vienen de firmar una muy meritoria gira en Sudáfrica. Ambos son jugadores del Tour Europeo que provienen del Challenge Tour, y con amores muy distintos por este circuito. Campillo siempre tuvo muy claro que cogería el camino del Challenge, mientras que De la Riva lo evitó todo lo posible. Eso sí, los dos acabaron llegando, cada uno a su manera, al Circuito Europeo tras una temporada gloriosa en el Challenge.
Eduardo de la Riva fue uno de los jugadores más jóvenes en conseguir la tarjeta para disputar el Tour Europeo. Se hizo profesional en 2001, con 19 años, y al año siguiente, ojo, ya tenía la tarjeta, algo que según asegura el propio jugador barcelonés, le llegó demasiado pronto y lo acabó pagando.
Perdió la tarjeta y regresó al Challenge alternándolo con el Circuito Nacional, que en aquella época estaba en su máximo esplendor. Allí fue donde se formó, maduró y se preparó para volver al Tour Europeo, costase lo que costase y tardase lo que tardase. Incluso, alguna vez dejó la competición a un lado (2010) para prepararse para cuando llegara su momento… y este llegó.
Aunque era reacio a disputar la temporada completa en el Challenge Tour, consciente de la dureza de este circuito, sacó la tarjeta y en 2012 disputó hasta catorce torneos, en los que firmó tres top 10, entre ellos, una gran victoria en el Fred. Olsen Challenge de España. Sin embargo, esto no le abrió la puerta al Tour, tuvo que ganarse el derecho con su cuarta posición en la Gran Final de la Escuela y así volvió a empezar una carrera diez años después de poner la primera piedra. Ahora, se mantiene en el Tour, que es donde quería estar. Se encuentra cómodo y feliz, y se nota.
El caso de Jorge Campillo es diferente. El cacereño se hizo profesional con 23 años y desde el primer momento tuvo muy claro que tenía que dar todos los pasos hasta llegar al más alto, el Tour. Por ello, en sus primeros años de profesional se formó y preparó en el Challenge Tour y fue en 2011, cuando firmó seis top 10, entre ellos dos segundos puestos, cuando se ganó el pleno derecho a disputar el Tour Europeo, lugar de élite donde se mantiene desde entonces.
Jorge Campillo marcó un camino a seguir. Antes de él, pocos jugadores tenían tan clara esta trayectoria, o al menos no se hacía en masa. Se jugaban torneos por invitación, iban a la Escuela, disputaban campeonatos nacionales, pero pocos se marcaban un objetivo tan claro como lo hizo el extremeño. A partir de ese momento, abrió una vía que se ha convertido en referencia para muchos profesionales españoles que repetían siempre la misma frase: «yo quiero hacer como Campillo, este año me dedicaré al Challenge». Escuché en repetidas ocasiones esta misma convicción entre los profesionales que se formaban para llegar al Tour. «Este año, como Campillo».
Aún sin victorias ambos en el Tour Europeo, pero a punto de lograrla en varias ocasiones, han marcado una trayectoria en la que su paso por el Challenge Tour tuvo un papel fundamental. Todavía son jóvenes, pero como decía el anuncio, sobradamente preparados para triunfar.
