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Del subidón, al tierra trágame: María Parra

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María Parra, en La Reserva. © Tristan Jones

(Serial para despedir 2019. Nuestros profesionales nos cuentan su peor y mejor momento del año. Del subidón, al tierra trágame. Hay de todo, como en botica).

María Parra ha completado una gran temporada de golf en 2019. Ha estrenado su casillero de victorias en el exigente circuito del Symetra Tour y se ha quedado a las puertas de conseguir la tarjeta del LPGA. Sigue creciendo la joven golfista de Guadiaro. A lo largo del año ha tenido de todo. Nos cuenta dos momentos buenos y dos malos. Del golpe de Seve, al partido de tenis improvisado…

El subidón:

Tengo dos. Dos golpes. El primero lo hice en el hoyo 18 de La Reserva, en el torneo del Ladies European Tour que se jugó a dos pasos de mi casa. La salida se me fue un poco a la derecha y acabó debajo de un árbol. Tenía a green unos cien metros, con el tronco delante, muchas ramas muy bajas molestando y la calle completamente en cuesta arriba. El golpe era tenebroso. Desde el principio me puse a pensar cuál era la mejor manera de hacer el par desde ahí. Porque yo soy así. Hago todo lo que pueda para tirar siempre a green aunque el golpe parezca imposible. Eso hace que a veces me encuentre con algún que otro doble bogey, pero es mi manera de jugar.

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El ‘draw’ era imposible porque por la derecha tenía el camino y el fuera de límites, así que me puse detrás de la bola y empecé a pensar… En ese momento se me ocurrió hacer un golpe a lo Seve, por qué no, lo peor que me podía pasar es que no me saliera y terminara con bogey. Decidí pegar un hierro 4 muy bajo, lo más bajo que pude, al fade para evitar las ramas y muy fuerte para que pudiera subir toda la calle cuesta arriba. Estaba conmigo toda gente del pueblo.

Me salió un golpazo increíble, perfecto… Me quedé mirándola, empujándola para siguiera rondando y llegara a green y así fue. La dejé en green y pude hacer el par con dos putts. Me sentí súper bien con ese golpe.

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El otro gran momento fue en el torneo del Symetra Tour que gané, mi primera victoria en Estados Unidos. Fue en el desempate. Se jugó en el hoyo 18, un par 5 al que podía llegar de dos si le pegaba bien. Tenía agua por toda la parte izquierda, pera tenía mucha confianza esa semana porque le estaba pegando muy bien a la bola.

Tuvimos que jugar varios hoyos de playoff y casi siempre dejé la bola en el mismo sitio de la calle, a unos 173 metros de la bandera. Después pegaba un hierro 4 y la ponía en green para patear para eagle. Sin embargo, una de las veces me quedé algo más corta y ya con el hierro 4 pensaba que no llegaba, así que se me ocurrió dar un híbrido, ya ves, imaginando golpes en mitad de un desempate. Decidí dar un híbrido suave, cogiendo el palo un poco más corto, al fade… y fue un golpe increíble. La dejé muy cerca. Fallé el putt, pero eso no quita para que fuera un golpazo.

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Tierra trágame:

Aquí me tengo que ir obligadamente a Sioux Falls. Otro torneo del Symetra Tour. Fue algo extraño. Aún hoy no le encuentro mucha explicación. Estaba jugando muy bien y los pares 5 me encantan. Pues bien, el hoyo 1 de este campo es un par 5, así que fenomenal para arrancar. Normalmente podía llegar de dos a green, pero ese día había mucho viento en contra y decidí jugar corto. Los greenes estaban muy rápidos y había muy poco espacio entre la bandera y el fondo de green. De tercer tiro tenía 80 metros. Pegué un tirazo, me encantó y recuerdo que me dije qué bien va… pero de manera extraña me pasé, me volé el green… De vuelta, en el cuarto golpe, me pillaba todo el viento a favor, tenía que hacer un globito, la bola en el rough, la bandera muy cerca, green cuesta abajo… Terrible. Se convirtió aquello en un partido de tenis. Aproché y me pasé el green, volví a aprochar y me volví a pasar… Al final me hizo un 8. En el hoyo 1. Muy bien…

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Pero no acaba aquí… Seguí jugando, no lo estaba haciendo mal y llegamos al hoyo 14, otro par 5. De tercero, viento en contra, tenía unos 100 metros a la bandera, así que agarré el pitching. Normalmente hago unos 110 metros con este palo, así que con ese viento pensaba que no iba a llegar, pero al menos la dejaría en green. La bandera estaba al fondo y detrás de green, a unos 15 metros, había agua. Le pegué y salió perfecta, me encantó, otra vez me dije qué bien va y de repente vi que se voló el green y acabó en el agua… Me hice como 130 metros con viento en contra. Inexplicable. No entendía nada. Fue como una peli paranormal. No sabía lo que me estaba pasando. Así que fenomenal, triple bogey al 1 y triple bogey 15. Ese fue mi momento tierra trágame.

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