Inicio Grandes Circuitos Un domingo perfecto para el padrino Luke
El inglés, que eligió a Aberg y Nicolai en la Ryder, disfrutó con los triunfos de sus apuestas

Un domingo perfecto para el padrino Luke

Compartir
Ludvig Aberg - Nicolai Hojgaard
Ludvig Aberg y Nicolai Hojgaard posan con los trofeos del RSM Classic y de la Final de Dubai.

De Marlon Brando a José Luis López Vázquez. La figura del padrino evoca a personajes del cine de cortes incluso opuestos, sólo hay que ver el temor que desprende el primero en la trilogía de Francis Ford Coppola con el papel gracioso del segundo en la saga que comenzó con La gran familia (un brindis por Pepe Isbert). Luke Donald también tiene dos ahijados. Apadrinó para la Ryder Cup a Ludvig Aberg, con quien tuvo un flechazo al compartir partido con él a comienzos de julio en Detroit después de los excelentes informes que le dieron Thomas Bjorn y Edoardo Molinari, y a Nicolai Hojgaard, que también fue una apuesta en firme del capitán europeo para desazón de Adrian Meronk.

Dos meses y medio después de que Donald se la jugara llamando a dos jovencísimas promesas (el sueco tiene 24 años y estaba recién salido de la universidad; el danés es aún más joven, 22, y parecía que iba a la estela de su gemelo, Rasmus), ambos hicieron disfrutar a su padrino de un domingo perfecto, de sofá y palomitas en el salón de casa. El inglés se lo pasó en grande atento primero al triunfo de Nicolai en la Final de Dubai y horas después remato su gran día con la victoria de Ludvig en el RSM Classic, su estreno ganador en el PGA Tour con dos fabulosos 61 en la tercera y cuarta rondas.

«Bueno, fue muy divertido para mí verlo esta mañana, realmente no sabía a quién animar. ¡Qué final de Nico en uno de los fields más potentes de Europa contra algunos de los mejores jugadores del mundo: el futuro del golf europeo parece brillante», tuiteó Donald nada más terminar la Final de Dubai, henchido de orgullo por el apoteósico triunfo del joven Hojgaard. Ya de noche, el capitán europeo en el Marco Simone volvió a teclear en el móvil, en esta ocasión para honrar el extraordinario papel de Aberg en Sea Island: «Cualquiera que prestara atención, conocía el potencial ilimitado de Ludvig, lo demostró en Crans y ahora domina nuevamente en Sea Island esta semana. Felicitaciones a ti, a Jack y a todo tu equipo. El cielo es el límite», expresó gozoso.

El tiempo dirá si estos dos chicos están llamados a codearse con los mejores del mundo en el top 10 o top 5 del ranking mundial en un futuro no muy lejano. Pero desde luego nadie podrá cuestionar la valentía de su padrino Donald, que hizo una firme apuesta por ellos, sobre todo el joven sueco que se convirtió en profesional nada más terminar la final de la NCAA, y ya ha demostrado que su arrojo tenía sentido.

«Uno de los consejos más importantes que me han dado, aunque suene a cliché, es que debes desplegar tu propio juego: no trato de copiar a nadie, no trato de emular a nadie, sólo jugar yo mismo y confío en que es lo suficientemente bueno. El golf universitario hizo que me diera cuenta de eso y me hizo pensar que puedo hacerlo. Obviamente, me siento muy, muy afortunado de que se haya amortizado tan rápido», comentó Aberg tras su victoria en el RSM Classic, agregando que «me enamoré del concepto de ganar un torneo, me encanta. Hay algo muy extraño y especial en ello. Desde que vencí en Suiza sigo viviendo eso y estoy seguro de que seguirá así durante mucho tiempo. Ojalá pueda volver a hacerlo».

El sueco, que en pocos meses ha disfrutado de momentos que muchos jugadores no vivirán en toda su carrera, desde triunfar ya en los dos Tours y ganar la Ryder, destaca de su corta carrera como profesional «la semana que pasamos en Roma, fue increíble. Construir una relación con esos muchachos a los que obviamente he admirado durante tanto tiempo, llegar a la cima, ganar y ser parte de la historia fue genial. Y es realmente especial jugar en ese evento por equipos y ese tipo de cosas, ver toda la dinámica del equipo fue impresionante», recordó Ludvig, que seguro que no olvidará nunca la determinación del padrino Donald de contar con él en Italia, aunque el inglés sólo tenía palabras de elogio al compararlo con golfistas de la talla de Jon Rahm y Viktor Hovland cuando salieron de la universidad o incluso cuando hizo una analogía entre Aberg y Roger Federer.

Nicolai Hojgaard, naturalmente, también tendrá siempre presente la confianza del padrino en la Ryder. Los dos ahijados están cumpliendo las expectativas mucho antes de lo previsto. Y a Donald, en este domingo tan especial, seguro que se le dibujó una sonrisilla de satisfacción en el rostro por el sublime cierre de curso de sus dos protegidos.