Adri Arnaus marcha dos menos después de jugar once hoyos, los que ha podido completar su grupo (juega junto a Guido Migliozzi y Stephen Gallacher) antes de quedarse a oscuras en esta primera jornada absolutamente desvencijada del Hero Dubai Desert Classic, por culpa de la inusitada lluvia torrencial que ha azotado el Majlis course del Emirates Golf Club (y todo el emirato, vaya).
Un resultado, el del catalán, que de momento lo sitúa en la parte caliente de la tabla y a sólo tres golpes de la cabeza, a la espera de ver cómo remata la vuelta. Cuando mañana se reanude el juego a las ocho de la mañana, horario local, Adri tendrá que pegar su segundo tiro en el hoyo 3, par 5, desde el rough de la derecha y a unos doscientos metros de la bandera, así que todavía está en disposición razonable de procurarse una buena opción de birdie y retomar la ronda con renovado impulso. (Allí, recordémoslo, tendrá que reponer la bola en el mismo sitio donde estaba, previamente delimitado con tees).
Y tiene mérito que Arnaus marche como marcha, teniendo en cuenta que apenas ha cogido dos calles en once hoyos. En ambas ocasiones, por cierto, aprovechaba y sacaba el birdie (hoyos 14 y 2). Tiene mérito, insistimos, si pensamos que en el hoyo 10, el primero de la ronda, tuvo que pegar una bola provisional, aunque después encontrara la primera unos cuarenta metros a la derecha del fairway, rondando el fuera de límites; y teniendo en cuenta asimismo que en el 12 se veía obligado a pegar otra provisional más…
Adri ha transitado con mucha más gloria que pena, a la vista está, por su particular ‘vía Arnaus’. También fallaba la calle del 13 (en este par 5 pegaba el primer y el segundo tiro desde un rough bien empapadito), la del 16 (gran escapada a la derecha), la del 17, la del 18 (esta por muy poquito…), o la del 1 (aquí la seria escapada se iba por la izquierda).
Visto lo visto, y considerando la magnitud de alguna de sus escapadas, hay que reconocer que el jugador español no ha podido sacarle más partido a su vuelta. O quizá sí, pues erraba un putt corto de birdie en el 18, pero no ha sido para él uno de esos días, desde luego, en los que el jugador se siente estafado por el campo. Su talento y potentes antebrazos han jugado un papel decisivo. Así como el azar, por qué no decirlo: cuando la escapada es talla XXL, entra mucho en juego. Dicho de otro modo: mejor será que mañana sea capaz de jugar más por el sitio correcto, porque no siempre se hacen parciales de dos menos con tal desorden desde el tee.
Ninguno de los cuatro españoles que han salido a jugar han podido acabar la vuelta. A Miguel Ángel Jiménez (PAR), por ejemplo, sólo le queda el hoyo 9 y hay que valorar también convenientemente el genio de este impagable jugador, que de momento firma las tablas con un Majlis course que se está jugando tan pesado, por la humedad, a pesar de haberse adelantado algunos tees.
Pablo Larrazábal (-1), algo más errático que la semana pasada en Abu Dhabi, también se ha desenvuelto con soltura y genio por la cuerda floja, desplegando sobre el tapete su amplio abanico de recursos de jugón, porque incluso se permitía el lujo de dejarse por el camino dos excelentes opciones de birdie en los hoyos 14 y 3. El barcelonés reanudará mañana el juego en el tee del hoyo 4 (salió por el 10 a jugar) Por último, Nacho Elvira (-1) ha dejado su bola perfectamente situada en el centro de la calle del hoyo 10, aunque todavía a 180 metros de la bandera. El cántabro, que ha comenzado con algunos desajustes, se ha ido encontrando más suelto y de momento le gana la partida al campo. Y mañana, más, si es que no vuelve a caer la mundial esta madrugada.
