Después de coger la calle del hoyo 10, por donde salía hoy a jugar la primera ronda del Portugal Masters, Alejandro Cañizares (-6) enviaba la bola a la arena con su segundo tiro…
Este iba a ser el único error del español por los primeros nueve hoyos, aunque acto seguido a punto estaba de embocarla desde la arena y salvaba el par sin apuro ninguno. En esta primera mitad de su ronda, uno de los mejores tramos de su carrera profesional, Cañi iba a producir todo lo bueno que un jugador profesional de golf puede producir… A continuación detallamos una lista de sucesos a prueba de incrédulos:
Arrancaba con un birdie de libro en el 11 y enseguida sumaba un eagle en el 12, par 5, después de dejarse un putt de unos dos metros y medio tras pegar un híbrido sensacional. En el 13, par 3, nuevo tirazo, aunque esta vez no entraba el putt desde unos tres metros; en el 14 se dejaba dado el birdie; en el 15 pateaba para birdie desde dos metros y medio y la bola se quedaba colgando literalmente; en el 16, par 3, estaba a punto de conseguir el hoyo en uno y por supuesto dejaba el birdie dado; en el 17 fallaba el putt de birdie desde unos tres metros; y en el 18 la enchufaba más o menos desde la misma distancia…
Por los segundos nueve el recital bajó de intensidad y, de hecho, firmaría nueve pares seguidos. Pero tampoco nos equivoquemos demasiado: lo real y cierto es que en esta segunda mitad volvía a patear para birdie en ocho de los nueve hoyos y que su jornada mereció como mínimo el liderato del torneo.
Saliendo por el otro lado del campo, casi a la misma hora, Nacho Elvira (-6) se acercaba a los mismos niveles de excelencia. El cántabro iba completar una ronda sin bogeys, igual que Cañi, sumando hasta seis birdies sin apenas tener que embocar putts de más de tres metros de distancia. Un prodigio de precisión. Y de temple, que es la virtud que anda buscando de nuevo. Como remate, en el último tramo de la vuelta, Nacho anduvo despierto y hábil en las recuperaciones alrededor de green para salvar una tarjeta impoluta.
