Al fogoso y refulgente Brandon Stone (-15), líder en solitario del Portugal Masters después de la tercera jornada, le vino muy bien ganar en 2018 un torneo de las Rolex Series, el Open de Escocia. Y a quién no, habría que preguntarse. Le vino bien, sí, y sin embargo le sentó fatal. Desde entonces y hasta la fecha no ha hecho otra cosa que deslizarse hacia abajo en el ranking mundial, completando una temporada 2019 ramplona, lejos de cualquier pasarela de alto standing, que es donde se supone que antes o después debe estar, tal es el poderío de su juego.
Larrazábal se queda lejos pero no será él quien tire la toalla
Sin embargo, esta semana tiene la oportunidad de dar un nuevo giro de 180 grados, si hace buenas las tres tarjetas consecutivas de 66 golpes que ha encadenado en el Dom Pedro Victoria Golf Course de Vilamoura y remata el domingo la faena. Así, a tirones, marcha la carrera de este brillante jugador, que a sus 26 años todavía no ha encontrado el modo de establecer su campamento dentro del top 50 del mundo.
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Stone es uno de los cinco sudafricanos que copan el top 5 del torneo. Recuerda a la Armada española en el Club de Campo y en Valderrama. Los otros son Burmester (-13), Walters (-12), Coetzee (-11) y Porteous (-11). Los ingleses Oliver Fisher (-13) y Steven Brown (-12), así como el coreano Wang (-11), completan el grupo de principales candidatos al triunfo, aunque no estaría de más darle todavía algún crédito a algunos tipos del perfil de Matt Wallace (-10), Renato Paratore (-10), Tom Lewis (-10, doble ganador aquí) o Eddie Pepperell (-10).
GFC tira de oficio junto al ‘niño bonito’ de Vilamoura
Para incluir a Pablo Larrazábal (-9) en este grupo, la verdad, habría que hacer un acto de fe. No se pierde nada por hacerlo, pero en todo caso el torneo del barcelonés está siendo algo más que notable.
