No hay que vender la piel del oso antes de cazarlo y menos aún en el golf. Cualquier día, en una de las cuatro rondas o incluso en un momento determinado durante una vuelta, un colapso echa por tierra todo el trabajo de los días previos. Thriston Lawrence cabalgaba por el Houghton GC de Johannesburgo con la seguridad de John Wayne en los tres primeras jornadas, pero la vista se le nubló en la última, cuando buscaba su quinto triunfo en el DP World Tour y el segundo en el Joburg Open, donde celebró su primer hito en el Circuito Europeo hace ya dos años.
Dean Burmester (-18), uno de los integrantes de los Stingers de LIV Golf, aprovechó la total empanada del Lawrence para anotarse su tercer triunfo en el Circuito Europeo y, de paso, lograr una plaza para la próxima edición del British Open en Royal Troon, donde también estarán Darren Fichardt (-15), segundo en esta cita, y Dan Bradbury (-13), tercero y que hizo un gran defensa del título obtenido hace un año en este evento.
Burmester fue el día y Lawrence la noche. El golfista de 34 años nacido en Zimbabue, donde su padre defendió los colores de su país como jugador importante de crícket, empezó sereno la ronda dominical con varios pares, mientras que su principal oponente, que partía con tres golpes de ventaja, se iba descomponiendo nada más arrancar. Un doble bogey y dos bogeys más selló Lawrence en las primeras cinco banderas ante el asombro de su rival, que precisamente fue en el quinto hoyo cuando empezó su inmaculada tarjeta de seis birdies sin mácula alguna.
The drive 🚀
The chip 👌
Textbook birdie for Dean Burmester at 13.#JoburgOpen pic.twitter.com/qQCqihakYa
— DP World Tour (@DPWorldTour) November 26, 2023
En tres hoyos, los dos integrantes del partido estelar iban ya empatados y, es más, Fichardt les había dado caza. No volvió a levantar cabeza Lawrence pese a un par de birdies furtivos mientras Burmester iba apuntalando su colchón en las segundas nueve banderas para dejar sin resuello a su oponente, que terminó en una pobre séptima posición (con cinco más en el día), superado por el vencedor, por Fichardt, por Bradbury, por Kruyswijk, por Lombard e incluso por el joven Rama, todos sudafricanos excepto el inglés Bradbury.
Manu Elvira (-8) se quedó a las puertas del top ten. Duodécimo, el rendimiento del cántabro en su primer torneo del DP World Tour con la tarjeta completa sólo puede calificarse de notable alto. El español firmó dos birdies en el primer tercio de recorrido y todo apuntaba a que su resultado podía ser similar al del viernes, cuando terminó con seis bajo par de parcial. Resbaló en el 7 pero se recuperó rápidamente en el 8 para transitar por los segundos nueve hoyos con un ramillete de pares excepto el birdie que hizo en el 14. Terminó con tres menos el día y con -8 total, un estupendo botín para empezar a sumar puntos desde el minuto uno, igual que vimos a inicios del curso pasado en el Challenge Tour.
Adri Arnaus (-3) fue de más a menos en la ronda final, con cuatro birdies y un bogey en 10 hoyos antes de tropezar en el 11 y cometer un doble error en el 15. Fue 32º, mientras Lucas Vacarisas (+2) cerró el torneo jugando bajo par (-1) en el puesto 61º tras una vuelta con cinco birdies, dos bogeys y un doble bogey.
La próxima semana habrá de nuevo doble cita en el DP World Tour, con el ISPS Handa Australian Open en Sidney y el Investec South African Open en Johannesburgo.
