Aun queda un año para la Ryder Cup, pero lo de esta semana es un ensayo general con picadores. Cero bromas. Si la Ryder fuera una boda, diríamos que en este Open de Italia se hará la prueba del vestido.
Muy poco tiene que ver este Marco Simone con el que se jugó el año pasado. Se han introducido cambios importantes y significativos pensando ya en el gran enfrentamiento contra Estados Unidos. Aún habrá que pulir detalles, algún retoque aquí y allá, maquillaje y peluquería, pero lo principal lo vamos a ver ya esta semana.
Las calles: las autovías se han convertido en carreteras de doble sentido. Nada que ver con 2021. Los ‘fairways’ se han estrechado de lo lindo, especialmente en los hoyos 8, 9 y 12, aunque en general a lo largo de todo el recorrido. ¿Se acuerdan del Golf National de Francia en 2018? Pues por ahí van los tiros… Precisión. Una semana para enhebrar con buen pulso la aguja.
Rough: (carcajada) Otra película. Alto, denso y consistente. Penalizador al máximo. Nos cuenta Jesús Legarrea, caddie de Jorge Campillo, que en un 90 por ciento de las veces aproximadamente habrá que conformarse con sacarla a la calle. No hay manera de tirar a green desde la hierba alta sin poner en serio riesgo un lío aún mayor. «Eso si encuentras la bola…», matiza con guasa Legarrea. Sí, hay que ir recto. ¿Se acuerdan del Golf National de Francia en 2018? Pues eso.
Greenes: La noche y el día respecto a 2021. El año pasado estaban a una velocidad de 12,8. Esta semana estarán a 10,5. Un frenazo en toda regla. Están ya ajustados a la velocidad que se quiera para la Ryder. La idea son greenes lentos, donde los americanos se sienten más incómodos. ¿Se acuerdan del Golf National de París? Pues eso.
This week's venue and next year's Ryder Cup location 😍 #DS79OpendItalia pic.twitter.com/WNUy685Ugu
— DP World Tour (@DPWorldTour) September 14, 2022
Además, se han introducido algunos cambios interesantes en el trazado. El tee del hoyo 16, por ejemplo, un par 4, se ha adelantado de manera ostensible, de manera que ahora invita a tirar de uno a green. Hasta el año pasado era un par 4 algo ‘tostón’, de hierro 7 o 6 desde el tee y wedge a green. Más emocionante. Más estilo Ryder Cup.
El hoyo 18 también se ha cambiado. Se ha metido un tee más adelantado. Casi 30 metros. Es un par 5 donde el viento predominante es en contra. Antes del cambio era realmente difícil llegar de dos. Ahora es más factible. Es lo que se busca.
Este es el ‘lifting’ Ryder Cup que ha recibido el Marco Simone para esta edición del Open de Italia, el penúltimo antes del gran duelo contra Estados Unidos (McIlroy ha adelantado que habrá otro Open de Italia en este campo en mayo del año que viene) y que contará con algunos jugadores que están llamado a liderar a Europa el próximo año como Rory McIlroy, Matt Fitzpatrick o Viktor Hovland.
Por otro lado, el tiempo está siendo bueno en estos días, pero en el radar aparecen amenazantes algunas tormentas durante el torneo. Crucemos los dedos para que no afecten al desarrollo de la semana y se puedan jugar los cuatro días. Un último detalle: los greenes están más receptivos por la mañana y más duros por la tarde. Es habitual, pero lo lógico será ver mejores tarjetas en los primeros partidos.
