Cómo se lo pasa la Armada de Sulli (o Sulli’s Army, como ustedes prefieran), que así se hace llamar el centenar de aficionados ingleses que siguen uniformados con camisetas a Andy Sullivan aquí en Portugal (y en todos lados, habrá que suponer). No les hace falta demasiado para celebrar, pero es que entre el año pasado y este se están poniendo morados. Y no solo de cerveza, que también. Morados de birdies, sobre todo. Cómo se lo pasa en realidad Andy Sullivan en el Victoria Golf, donde ganó el año pasado con nueve golpes de diferencia sobre el segundo, y donde vuelve a ser líder después de 36 hoyos y de haber firmado un 61 en la segunda vuelta. Venga a dejarlas cerca, venga a enchufar putts cortos, medios y largos. Venga a sonreír, y que nunca falte.
El inglés, no obstante, no es líder en solitario. Marc Warren (-14) aguanta ahí arriba. Y a un golpe se ha situado, como quien no quiere la cosa, Padraig Harrington (-13). El irlandés no gana un torneo del circuito europeo desde que cantara victoria en el PGA de 2008, aquel que le birlara a Sergio García, aliado con el azar…
Por más que se han esquinado la mayoría de las banderas, no hay manera. El recorrido luso sigue demasiado expuesto al tiralíneas de los jugadores que tienen su día o que están en forma. El corte, de hecho, se fue hasta -4 y apenas 23 jugadores han presentado un acumulado por encima del par, un hecho absolutamente inusual en un torneo del circuito europeo. Este tipo de escenarios, para qué nos vamos a engañar, no suelen irle bien a la Armada española. Será que hoy nos faltan pateadores asesinos. Pero también hay quienes son capaces de seguir el ritmo frenético, y hasta pueden postularse todavía como candidatos a la victoria. Es el caso, desde luego, de Nacho Elvira (-10) y Jorge Campillo (-9), que hoy han firmado un 67 y un 64, respectivamente.
Al cántabro, por poner un pero, sólo le ha faltado embocar algún putt de cuatro o cinco metros para andar codo con codo con los líderes. Pero a su juego no se le puede poner ninguna pega. Parecía ir sobre raíles, por momentos. Muy ordenado. Muy efectivo. Tampoco al de Campillo, claro, que está pegándole muy fuerte al drive (pero que muy fuerte…) y, en general, jugando un golf de alta escuela.
Alejandro Cañizares (-7), Eduardo de la Riva (-7) y Álvaro Quirós (-4), también van a estar presentes durante un fin de semana que se espera muy movido por la inclemencia meteorológica. El sábado, de hecho, a causa de las tormentas que se esperan esta noche y el mismo sábado por la mañana, la acción arrancará a las once de la mañana, en grupos de tres y por los dos tees.
