El azar existe en todos los deportes y puede ser un factor decisivo. Azar en golf es que sople mucho viento por la mañana, después de calme y a ti te toque jugar por la tarde. Sí, eso es suerte. Y eso le ha pasado a todos los españoles este jueves en la primera jornada del Thailand Classic. A todos, a excepción de Santi Tarrio, que tuvo que bailar con la más fea por la mañana. Siete de ocho. No está mal.
Claro que la suerte, y permítanmnos el burdo tópico, hay que aprovecharla, y eso es lo que ha hecho la Armada. Cierto que ha salido una buena mano de cartas hoy en Amata Springs, pero Rafa Cabrera Bello (-6), Pablo Larrazábal (-5) y Alex del Rey (-4) han sabido jugarlas de maravilla.
Tarjeta de 66 golpes para Cabrera Bello, la segunda de este pelaje en los tres últimos torneos, y quinta posición provisional. Por delante, líderes, a dos golpes están Sami Valimaki (-8) y Martin Simonsen (-8), además de los alemanes Yannick Paul y Alexander Knappe con -7. Gran inicio del golfista canario en Chon Buri. Más allá del resultado ha desplegado un gran golf. Ha fallado poco y cuando lo ha hecho, ha recuperado como los ángeles. Eso demuestra su tarjeta libre de bogeys con seis birdies.
«Estoy muy contento. Obviamente, es un buen comienzo. Creo que he jugado bien. No me he dejado muchas opciones de hacer bogey y en esas pocas he hechos buenas recuperaciones. En general, estoy muy contento con el resultado. Creo que al principio de las dos vueltas es cuando puedes conseguir más birdies. Son hoyos asequibles. Estaba contento de ir bajo par en los primeros nueve hoyos. Si además le haces birdie al 10, 11 y 12, eso te pone aún más contento», explicaba al acabar su ronda.
Sin duda, el gran momento de la vuelta de Rafa ha sido el birdie al hoyo 17, el par en isla que ha provocado más de una tragedia en el turno de mañana con el viento. «No es un hoyo largo, pero cuando tienes greenes decentes y estás rodeado de agua, de repente te pones ir con tu cabeza más allá y se hace más difícil de lo que es. Intenté olvidar todo lo que había alrededor y centrarme en la rutina. Ejecuté el golpe que quería, salió bastante bien y metí el putt. Me encanta el hoyo 17 y me habría seguido gustando con lo que hubiera pasado, pero si puedo elegir un resultado, el birdie está bien», señala.
Gran inicio también para Pablo Larrazábal (-5) y Alex del Rey (-4). Los dos han hecho siete birdies cada uno, aunque también han cometido errores. En cualquier caso, han demostrado que su juego está fino y que le pueden hacer muy pocas a este campo. Es un prometedor inicio de torneo. Los dos han sabido aprovechar los cuatro pares 5.
Los que no han sacado tanto rendimiento a jugar por la tarde son Jorge Campillo (-2) y Adrián Otaegui (-2), aunque su comienzo tampoco se puede catalogar como malo. Están bajo par y dentro del corte provisional. Se han dejado algunas opciones por el camino, pero tienen margen por delante. Contra las cuerdas se han puesto, sin embargo, Nacho Elvira (PAR), con un doble bogey final, Ángel Hidalgo (PAR) y Santi Tarrio (+1), al que no le ha tocado ningún comodín de la baraja. El gallego, al menos, tendrá la posibilidad de sacarse mañana la espina, ya que en principio la previsión dice que soplará más por la mañana que por la tarde, aunque no alcanzará la intensidad de hoy en ningún caso.
Los números no dejan lugar a la duda. De los 16 primeros clasificados del torneo, trece jugaron por la tarde y apenas tres lo hicieron por la mañana. En este sentido, hay que destacar las vueltas de Robin Sciot Siegrist (-6), Zander Lombard (-5) y Darius Van Driel (-5). Del mismo modo, en cuanto se ha ido el viento, se ha demostrado que habrá que hacer muy pocas para ganar en Tailandia. Los greenes están muy receptivos, no hay rough y las calles son generosas. Habrá que volar bajo.
