Daniel Gavins (-17) lo tuvo ganado, lo tuvo perdido, lo volvió a ganar y a punto de estuvo de perderlo otra vez. De locos. Así ha sido la última media hora del Ras al Khaimah Championship, torneo del DP World Tour que ha cerrado este domingo la gira por el desierto árabe. Una sinfonía de giros inesperados, angustia y mucha empatía que terminó con la victoria del golfista inglés de 31 años, la segunda de su carrera en el circuito europeo.
Nos metemos en el tren de la bruja. Gavins se planta en el tee del hoyo 18 como líder en solitario con dos golpes de ventaja. Nada que objetar. Merecidísimo. Había sido el mejor en la ronda final, el más sólido, el más certero con el putt en los últimos hoyos. Con un gran birdie en el hoyo 14 y un tirazo en el 15, el mejor del día, se había ganado el derecho a ese placentero paseo militar por el último par 5. Pero de paseo tuvo bien poco…
Su drive de salida acaba en el agua. Tenía el país entero de Ras al Khaimah a la izquierda, pero en lugar de protegerse, confía en el golpe y le sale una bola abierta criminal. Salió por la derecha y acabó aún más a la derecha. Tenía que pegar otra vez desde el tee. Ni siquiera podía dropar en la calle porque había entrado en el obstáculo nada más salir desde el tee. Tensión y agobio. No diríamos angustia porque aún había dos golpes de margen y todavía lo podía arreglar…
La salida, eso sí, mete en la película por la victoria a Alexander Bjork (-16), que estaba jugando por delante de Gavins. El sueco es quien estaba a dos golpes. Un bogey del líder por un birdie de Bjork alumbraba el desempate. Pero claro, el tren de la bruja es divertido porque pasan muchas cosas, muchos sustos. Aún quedaban alaridos por escuchar…
Bjork se autoelimina de la ecuación triunfadora con un hoyo 18 que va a tardar en olvidar. Un par le servía para salir al playoff y no fue capaz de hacerlo estando de tres en el green. Tres putts donde no existían, con un putt de par horrible. Bogey al canto y un respiro para Gavins, que está viendo toda la escena desde el centro de la calle, justo donde ha puesto su segundo drive. Va a pegar su cuarto golpe.
El final de Bjork devuelve a Gavins al paseo militar. Le vale un doble bogey para acabar por delante del nórdico. ¿Coser y cantar? Negativo, señores, esto es el tren de la bruja.
Gavins pega su cuarto golpe, sí, desde el centro de la calle, y la vuelve a mandar al agua, ahora ya en las cercanías del green. Drama. Ahora sí, angustia. Tendrá que dropar y pegar el sexto golpe desde el rough. Necesita approach y putt para superar a Bjork y, como mínimo, approach y dos putts para el desempate. En este momento ya nada se puede dar por hecho. La carita de Gavins es un poema. No se descompone, pero cualquiera se puede poner en su piel.
Mientras, Zander Lombard (-16), que andaba por allí, se encuentra con una oportunidad de ganar. Con un birdie en el 18 empata con Bjork, con un eagle podría hasta ganar en función de lo que haga Gavins…
El approach de Gavins, el sexto golpe, no es precisamente exquisito. Se deja un putt para doble bogey de casi ocho metros. Si lo mete acaba por delante de Bjork y obliga al eagle a Lombard. Si lo falla, desempate con el sueco y a la espera de lo que haga el sudafricano. Suspense absoluto.
Y Gavins hizo lo mejor que ha hecho esta semana: meter el putt. Increíble. Como Leonardo de Caprio en ‘El Renacido’. Era su putt número 95 de la semana. Una cifra sensacional. La mejor del año superando de largo los 101 de Adri Arnaus en Dubai.
Todavía quedaba una última curva en el tren de la bruja. Lombard juega un hoyo 18 de libro y se deja una opción de eagle de algo menos de siete metros. Sí, más corta que la de Gavins. Si la mete fuerza el desempate. Pero claro, Lombard no es Gavins y lo falla. el inglés se lleva el triunfo con más suspense del año. Sí, estamos en febrero, pero esto será muy difícil de superar.
Hubo un momento este domingo en el que pareció que Adri Arnaus (-14) podía luchar por la victoria. Concretamente, después de hacer dos birdies consecutivos en los hoyos 12 y 13. Tenía por delante dos pares 5 y se había metido en la pelea, mucho más viendo lo que sucedió después. Sin embargo, a partir de ahí llegó una mala secuencia. No sacó el birdie en el 14 y cometió dos bogeys seguidos en el 17 y 18. Una pena. Se esfumaba la oportunidad. Aún así, ha arrancado un valioso sexto puesto. Es su top ten número 23 en el DP World Tour en 102 torneos.
Antes que Arnaus fue Rafa Cabrera Bello (-11) el que pareció que se iba a dar una oportunidad de ganar con una fabulosa remontada. Se puso cinco menos en ocho hoyos y se abrió la puerta de par en par. Sin embargo, ahí se detuvo la producción positiva. Tres bogeys entre los hoyos 11 y 15 lo dejaron a medio camino. Top 15 final.
Buenas remadas dominicales para Ángel Hidalgo (-7) y Alex del Rey (-7). Con vueltas de 68 y 69 golpes, respectivamente, se han ganado un siempre valioso top 30. Sumar, sumar y después volver a sumar.
