Inicio Grandes Circuitos DP World Tour El Hassan II: una bella (e ingrata) carrera sobre terreno peligroso

El Hassan II: una bella (e ingrata) carrera sobre terreno peligroso

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Cada año se afina más y mejor, para infortunio en muchas ocasiones de los profesionales, que van con la soga al cuello. Pero el Trofeo Hassan II se está convirtiendo en un torneazo, edición tras edición; una bellísima carrera en la que todos marchan sobre terreno peligroso, pero en la que asimismo los mejores, los que de verdad están al ciento por ciento, también encuentran premio.

El circuito europeo, con el director de torneo Miguel Vidaor al frente de las operaciones, no deja de buscar nuevas posiciones de bandera, palmo arriba o abajo, a la izquierda o a la derecha, exprimiendo las posibilidades de un campo que es en sí mismo un regalo. Nos pongamos como nos pongamos, la esencia del espectáculo en este deporte pasa por ver a todos estos jugones en recorridos donde se premien los buenos golpes y se castiguen, incluso con severidad extrema, los errores. Es cierto también que el Golf du Palais Royal no es exactamente un campo justo. Y que algunos buenos golpes no encuentran quizá la recompensa debida por milímetros… Pero nadie dijo nunca que hubiera que excluir al azar en la ecuación del golf y, además,  los ‘niveles de injusticia’ del recorrido marroquí son tolerables. Exige, eso sí, un desgaste psíquico considerable de los profesionales, porque el batacazo aguarda detrás de cada esquina. Seguramente por eso hay quienes, literalmente, caen en la trampa, pierden la batalla emocional y terminan por bajar los brazos, entregando tarjetas terroríficas en jornadas como las de esta semana en las que ha soplado el viento, sí, pero sin demasiada virulencia.

Así, tenemos lo que tenemos después de 36 hoyos. Un espléndido escenario de emoción e incertidumbre deportiva.

Para empezar, cuatro líderes situados en -6: Cabrera Bello, Green, Ramsay (que ha entregado la mejor tarjeta del día, un 66) y Farr. Y la nada despreciable cifra de 44 jugadores encorsetados en un margen de cinco golpes de cara al fin de semana. En lo que respecta a la Armada, y después de la sólida demostración de Cabrera Bello y Larrazábal (a un solo golpe de los líderes) por la mañana, Jorge Campillo (-4) se ha unido al top-ten del torneo después de entregar un 69 por la tarde. Este turno vespertino no ha traído grandes noticias para el golf español, ciertamente, pero hay que celebrar la presencia de Nacho Elvira (+1), que ha aguantado con bravura el tirón. El cántabro, igual que Eduardo de la Riva (-1), José María Olazábal (+1) y Pedro Oriol (+2), van a estar todavía en disposición de dar guerra porque, como ha quedado dicho, los márgenes son estrechos y las variaciones constantes y sorprendentes.

Álvaro Quirós (+4) y Alejandro Cañizares (+6) se han quedado fuera. El de Guadiaro no ha encontrado el modo de resolver con acierto en los alrededores de los greenes, ni tampoco con el putter en la mano. Y Cañi ha luchado hasta el último recodo por desembarazarse del lastre de un jueves negro, pero la ansiedad final por conseguir los birdies salvadores se ha vuelto en su contra.

Tampoco estará Borja Virto (+3), que todavía no ha conseguido pasar un corte este año. Sin embargo, el navarro se ha quedado a las puertas en un escenario exigente y está aprendiendo lo que no está escrito. La primera recompensa, que será la de jugar un fin de semana, está sin duda a la vuelta de la esquina. Antonio Hortal (+5) y Álvaro Velasco (+4) también le han buscado las cosquillas al campo con sendas sólidas rondas de par, por desgracia insuficientes. Por su parte, Adrián Otaegui (+8), Carlos del Moral (+11) y Jordi García Pinto (+14) han sufrido todos los rigores de un recorrido que, como ha quedado dicho, puede llegar a castigar con crueldad la falta de concentración. Te tumba de un manotazo y luego no te deja levantarte de la lona…

Resultados en vivo del Trofeo Hassan II