Hay una cuestión que flota en el ambiente desde hace tiempo y que ha generado un intenso debate entre los aficionados al golf y los propios profesionales. Los decibelios de esta dialéctica se han disparado desde la semana pasada, a causa de que el BMW PGA Championship de Wentworth supuso el pistoletazo de salida de la clasificación para la Ryder Cup 2023 de Roma y allí había varios jugadores de LIV Golf.
La pregunta en cuestión es simple y directa. ¿Los jugadores de LIV Golf deberían poder jugar la Ryder Cup? O dicho de otro modo: ¿El DP World Tour debería articular una fórmula para impedir que los golfistas de LIV Golf participen en la Ryder Cup? Es una pregunta interesante y contundente. No es fácil esconderse detrás de los grises. Sí o no.
Pues bien, hoy Rory McIlroy y Matthew Fitzpatrick, dos jugadores que no han mostrado interés alguno por formar parte de LIV Golf y que están llamados a ser pesos pesados del equipo europeo en la Ryder de Roma, han expresado dos puntos de vista diametralmente opuestos. La noche y el día. El debate existe.
Seguro que la opinión de Rory no coge a nadie por sorpresa. «Lo he dicho una y cien veces. No creo que ninguno de los jugadores de LIV Golf deba jugar la Ryder Cup», ha sentenciado hoy mismo desde Italia, donde jugará por primera vez en su carrera desde que se hizo profesional. Su única visita a Italia como golfista fue para el Campeonato de Europa Amateur y lo ganó. «Tengo un porcentaje del 100% de victorias aquí y espero mantenerlo», ha señalado.
En el lado opuesto está Matthew Fitzpatrick, partidario de un punto de vista notablemente más pragmático. «Lo único que quiero es ganar la Ryder Cup, yo mismo quiero formar parte del equipo, pero quiero a mi lado a los 11 mejores que podamos conseguir. No me preocupa demasiado de dónde vengan. Sólo quiero asegurarme de que ganamos y creo que eso es lo más importante. Sé que otros chicos no están necesariamente de acuerdo con eso, pero sé que la sensación de ganar vale más que cualquier tipo de discusión que puedas tener con otros jugadores», ha explicado también hoy en Italia el vigente campeón del US Open.
Fitzpatrick ha ido más allá y ha confesado que la semana pasada en Londres aprovechó para decírselo a los ojos a uno de los golfistas de LIV Golf. «Sólo tuve una conversación con uno la semana pasada. Le dije que estaría encantado de tenerlo en el equipo. No tendría ningún problema. Como he dicho, quiero ganar, y si eso significa tener a quien sea en el equipo, eso es todo lo que me importa. No he hablado con los demás, pero hablé con uno y eso es, le dije lo que pensaba y sentía sobre el asunto», ha comentado.
Hay que recordar que Fitzpatrick ha participado en dos Ryder Cup y en las dos ha perdido, se entiende por tanto que a su juicio la victoria en Roma esté por encima de cualquier otra cosa.
En este sentido, McIlroy ha admitido este miércoles que la semana pasada en Wentworth se motivó de manera especial el domingo cuando vio la clasificación y descubrió que Patrick Reed lideraba el torneo. «El ‘leaderboard’ tenía un aspecto bastante sombrío a las dos de la tarde la semana pasada. Si estás en una posición como la mía en el torneo, probablemente me dio algo de motivación extra, al igual que a otros tipos, para superar esa marca de 14 bajo par. Es un momento extraño en el golf, y espero que en los próximos dos años podamos resolverlo de alguna manera». En está línea, Rory ha matizado después: «no sé si la palabra es resolver, pero al menos, está en manos de los poderes encontrar la estrategia a seguir para llevar al golf al máximo nivel», ha concluido de una manera misteriosa.
Pues nada, felicidades a Rory por quedar delante de Reed, vaya telita. Y otra cosa, como tengamos que depender de los puntos que gane este señor en la próxima Ryder vamos listos.