Poco o nada le importaba a Rafa Cabrera Bello que Arnaus o Rahm le sacaran algunos metros en más de uno y de dos (y de tres) hoyos. Cuando estos dos portentos se ponen a enchufar fuerte desde el tee, no hay tantos que puedan aguantarles el pulso. Pero el canario no entra a este tipo de trapos desde hace mucho tiempo. Lo suyo es el ritmo. Y su plan. Al fin y al cabo, ¿quién es uno de los colíderes del Open de España después de dos jornadas? El canario, naturalmente.
Crónica | Un despiporre único y brutal
Él era el veterano del trío de españoles, pero su relación con ambos jovenzuelos de 24 años, pertenecientes a una misma y valiosísima generación del golf español, es magnífica. De hecho, entre otras cosas, Rafa y Jon ya han compartido muchas vivencias en el PGA Tour.
A lo mejor, hasta han encontrado tiempo de divertirse con algunas de las ocurrencias y situaciones que se han dado hoy durante la segunda maravillosa y eléctrica vuelta que han protagonizado. Por ejemplo, con el curioso suceso que ocurría en el hoyo 14…
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Allí, con los tres jugadores bien situados en calle, Rafa pegaba primero con una madera y mandaba su bola al bunker. Acto seguido Adri pegaba un hierrazo casi milimétrico para fabricarse una magnífica opción de eagle, a lo que Jon respondía con otro hierro directo a bandera…
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Justo después de pegar y mucho antes de que la bola aterrizase, Arnaus salía andando hacia adelante, vigoroso, rápido y decidido. Acto seguido, Rahm repetía el mismo gesto. Y se lo decía a su compañero: “me he hecho un Adri”. Porque eso es hacerse un Adri: pegar un gran tiro y salir andando hacia delante rápido. Así quedó establecido, por lo menos, en los innumerables partidos y competiciones que compartieron en los equipos nacionales. De hecho, mientras ambos andaban y reían, después de hacerse un Adri, ambos recordaron algunas vivencias sucedidas en un Europeo Sub-18 disputado en República Checa… Allí mismo, caminando hacia el green del 14, donde aguardaban frescas dos buenas opciones de eagle.