Este año 2023 anda metido de lleno en la pelea por convertirse en el mejor de la historia del golf masculino español. Y es posible que al final termine ocurriendo, si tenemos en cuenta que se suman ya siete triunfos en los dos principales circuitos del mundo, incluyendo ya un Grande. Si así es, desde luego no será por esta semana de finales de junio, en la que demasiadas cosas han salido al revés.
Ayer era Jon Rahm, principal baluarte de la Armada, quien se quedaba fuera del corte en el Travelers. Y hoy Pablo Larrazábal (-1), gran protagonista también de la temporada con sus dos victorias, terminaba la tercera ronda en el BMW International Open con un ‘8’ en el hoyo 18, despidiéndose de cualquier opción, ya no de victoria, sino incluso de meterse en el top ten final, dejando a Rafa Cabrera Bello (-2) como mejor español clasificado, a doce golpes de un fantástico Joost Luiten (-14), líder en solitario y destacado (le saca tres golpes a su compatriota neerlandés, Daan Huizing, su inmediato perseguidor).
No, esta semana no se va a sumar la octava, pero ya vendrán tiempos mejores.
Munich parecía una excelente plaza para dar otro soberano golpe sobre la mesa, teniendo en cuenta además que Larrazábal, por ejemplo, suele brillar en el Golfclub München Eichenried, donde suma ya dos triunfos en su carrera, y que había salido cun un notable de su examen con Luke Donald en las dos primeras rondas. Pero el golf no siempre son las cosas como parecen… Parecía también que podía ser el día de Cabrera Bello o de Borja Virto, pero ambos terminaban con problemas sus respectivas rondas, cuando andaban mirando a la zona caliente. Y tampoco Jorge Campillo, otro valor seguro, conseguía avanzar posiciones.
A Luiten no han podido rodarle mejor las cosas. El Plan A de este jugador, ya lo sabemos, es una maravilla: calle, green, calle, green, calle green, unas cuantas bolas cerquita de las banderas y un puñado de birdies a la talega… El problema que tiene Luiten, claro, es que el Plan A no siempre sale adelante, ni siquiera a él, jugador recto donde los haya, y sus planes B o C no son tan consistentes. Hoy, sin embargo, le hubiese salido bien cualquier plan, porque tampoco ha cogido todas las calles e, incluso, ha sacado adelante todas las recuperaciones a las que se ha enfrentado, sin duda el apartado más vulnerable de su juego.
Luiten, con sus 37 años cumplidos, nunca ha dejado de ser ese jugador del que siempre se ha esperado un paso adelante. Ojo, tampoco le ha ido mal, pues lleva quince años consecutivos en la primera división del golf europeo. De momento, mañana se enfrenta a la posibilidad de sumar su séptima victoria en el DP World Tour, aunque han pasado ya cinco años desde que alcanzara la sexta. Este año sólo ha fallado un corte, allá por el mes de febrero, y lleva pasados once consecutivos, pero hace mucho tiempo que dejamos todos de esperarle en año Ryder. Es mentarla y ponerse malo el neerlandés. ¿Lo ven? Siempre hay un ‘pero’ o un ‘aunque’ cuando Luiten anda por medio. Bien haría cerrándonos la boquita mañana con una victoria inapelable.
