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Declaraciones de Manuel Quirós que juega esta semana en el Magical Kenya Open

Las cosas de Manuel Quirós: diez años no son nada

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Manuel Quirós.
Manuel Quirós.

Esta semana tenemos a doce jugadores españoles en el Magical Kenya Open, que se disputa a partir del jueves en el Muthaiga Golf Club de Nairobi. Dos de ellos, Joel Moscatel y Lucas Vacarisas, son fijos en el calendario del Challenge Tour, y lo seguirán siendo, salvo que un pelotazo, por ejemplo en tierras africanas, cambie por completo sus planes. Otros nueve de ellos son habituales en el calendario del DP World Tour, unos con mejor categoría que otros: Adrián Otaegui, Nacho Elvira, Alex del Rey, Ángel Hidalgo, Santi Tarrio, Sebas García, Manu Elvira, Iván Cantero y Alfredo García Heredia. Y después está Manuel Quirós

La presencia de Quirós merece comentario aparte. Por varios motivos. Para empezar, porque estamos en 2024 y su última actuación en un torneo del circuito europeo data del año 2014. Septiembre de 2014, para ser más exactos (Omega European Masters), hace por tanto nueve años y medios, casi una década. Nadie se equivoque: está en Kenia porque se lo ganó en su día, llegando a la Final de la Escuela del pasado año y pasando el corte, lo que le metía en una categoría del circuito, la 21, que a lo largo del año permite la entrada en un pequeño puñado de torneos del DP World Tour y en la mayoría del Challenge.

“Han pasado ya casi diez años… Y lo curioso es que cuando jugué aquel Omega European Masters ya no tenía ningún tipo de categoría en el circuito europeo, ni tampoco en el Challenge. Sencillamente fui a jugar en el mes de junio el Memorial Olivier Barras, que se disputa en el mismo campo del Omega, en Crans, donde el ganador recibe una invitación para jugar el torneo del circuito europeo… Y lo gané”, recuerda el jugador andaluz.

Son las cosas de Manolo Quirós, que en realidad lleva dedicado a la enseñanza desde antes incluso de acudir aquella última vez a la llamada de la Primera división. Desde el pasado mes de junio, por ejemplo, está en Las Brisas, Marbella, y con una agenda muy apretada. “Soy muy feliz haciendo lo que hago y viendo cómo progresan los jugadores a los que doy clase, pero me encanta la adrenalina de la competición y por eso siempre intento mantenerme en juego a través de los Pro-Am o del circuito que organiza la Federación Andaluza. Precisamente, el año pasado gané este circuito, que es de unas seis pruebas, y la Federación le paga al ganador la inscripción a la Escuela del circuito europeo… Me inscribí el último día del plazo, dos horas antes del cierre. Venía de hacer un -9 y mi mujer, Laura, me dijo, oye, estás jugando muy bien, apúntate…”. Pues eso, las cosas de Manolo y de su mujer, la también profesional de golf Laura Cabanillas. Pero el caso es que pasó la primera fase, luego la segunda y en la Final anduvo cerca de dar la campanada…

“Sabía que con la categoría que había conseguido iba a entrar en algún torneo, pero nunca sabes exactamente cuándo, tienes que estar a la espera. El viernes pasado veía que estaba cerca de entrar, pero no terminaba de hacerlo, así que estaba casi seguro de que no iba a viajar, pero me llamaron el sábado por la mañana y he podido organizarme. Lo que sí tenía claro es que no iba a venir sólo, así que se ha venido conmigo Casto Gómez, que ya me hizo de caddie en la Escuela, para disfrutar los dos de la experiencia. Eso es lo que quiero, disfrutar de la adrenalina de la competición, porque no vengo con ningún objetivo, no tengo nada que perder, hace mucho tiempo que disfruto mucho de mi profesión con la enseñanza”, explica el andaluz.

En estos diez años de ausencia las cosas, el tour, los jugadores, han cambiado un poquito. “En mis tiempos ya había mucho jugador muy joven y muy bien preparado, pero yo diría que ahora todavía más, y además me da la impresión de que hay más variedad, de muchos más países. Pegan muy largo y son muy buenos… Por eso, tengo claro que no me puedo quedar mirándolos, pensando qué buenos son. Mi rival es más que nunca el campo, a ese es al que tengo que intentar ganar cada día y poco a poco ver a dónde puedo llegar”, señala divertido.

Su reencuentro con el DP World Tour, en todo caso, va a darse en un campo que no le va nada mal. Para empezar, porque el recorrido del Muthaiga Golf Club no es muy largo y además se juega en altura (está a más de 1.600 metros sobre el nivel del mar), lo que lo hace todavía más corto. Además, es un recorrido más bien técnico, de mucha estrategia, más bien sinuoso y bien delimitadas sus calles por árboles, circunstancias que se adaptan muy bien al juego del malagueño.

Resulta imposible no acordarse esta semana, la del reencuentro de Manuel Quirós con el circuito europeo, de aquel gran hito de su carrera, precisamente porque además ocurría en tierras africanas. Aquel desempate que disputaba en el Africa Open, enero de 2011, ante Louis Oosthuizen y Chris Wood, que terminaría siendo un mano a mano entre el sudafricano y el español, y que Oosthuizen, ganador del Open del año anterior, 2010, se terminaría llevando. No sólo estaba Louis, flamante ganador de un major, sino también Charl Schwartzel y Darren Clarke, que curiosamente ese mismo año, 2011, ganarían respectivamente el Masters y el Open. Las cosas del golf. Las cosas de Manuel Quirós.