Adrián Otaegui (-9) se ha aupado hasta lo más alto de la clasificación del Estrella Damm Andalucía Masters, donde comparte el liderato con el francés Ko y el sudafricano De Jager después de firmar un 69 granítico. Hay que decirlo alto y claro: jugar 36 hoyos sin hacer un solo bogey, tal y como ha hecho el donostiarra, con las condiciones ventosas de juego que han tocado hasta el momento en Sotogrande, es poco menos que un milagrito. Incluso marchando en el lado del cuadro más amable, que es en el que se ha movido Adrián los dos primeros días, lo que no le ahorrado haber tenido que lidiar hoy con un viento que era algo más que molesto.
Es bien sabido que hay muy pocas cosas, por no decir ninguna, capaces de sacar a Otaegui de su burbuja. Pero es que además está muy fino. Tanto, que hasta recuerda al inmenso jugador que arrasaba hace doce meses en este mismo torneo, pero en un escenario más complicado, como era Valderrama. Allí, pasaban los hoyos y las rondas y Adrián no solo no perdía pie, sino que a cada paso ganaba en impulso, inmaculado en todas las parcelas del juego.
Hoy, ni siquiera se le puede echar nada en cara en los greenes, a pesar de haber jugado como un reloj durante la mayor parte de la ronda y de haberse creado numerosas opciones de birdie. “Hoy no diría que he fallado ningún putt, simplemente es que no han entrado”, explicaba el jugador poco después de firmar una tarjeta en la que aparecían catorce pares consecutivos, los que iban del hoyo 2 al 15, ambos incluidos. Había arrancado de la manera más explosiva, pues estaba muy de cerca de embocarla desde la calle en el hoyo 1 y se dejaba el birdie dado… Luego, no dejaron de caer fairways y greenes en la talega del vasco, hasta el punto de cazar 17 greenes en regulación, si incluimos el del 18, aunque la bola se quedara en realidad en el collarín. Da igual, no hace falta ser generosos, sus números hablan por si solos, sean 16 o 17. Limpio como una patena (sin bogeys, sin apenas apuros…), y sólido como el hormigón.
Las previsiones meteorológicas, que tanto dolor de cabeza han dado y estupor han causado esta semana, son muy buenas para mañana, así que es muy probable que tengamos un buen puñado de excelentes resultados. Ese va a ser el reto de los líderes: contener los ataques furibundos que vengan desde atrás. A este Otaegui, desde luego, se le ve preparado para eso y para lo que le echen, como suele decirse.
Wyndham Clark (-2), por ejemplo, partirá a siete golpes de la cabeza, pero con 36 hoyos por delante todavía puede darse una oportunidad de victoria. En realidad, da la sensación de que cualquiera de los 67 jugadores que han pasado el corte todavía podrían darse una opción, siempre y cuando medie un vueltón sabatino, puesto que el domingo, según dicta el caprichoso parte, las condiciones pueden volver a complicarse por el viento.
