Wyndham Clark (-2) se regala un fin de semana en Sotogrande. La realidad es que durante muchos minutos no estuvo claro que el campeón del US Open 2023 fuese a jugar el sábado y el domingo en el Estrella Damm Andalucía Masters. Lección de garra y pundonor. Quién sabe si el espíritu madridista de su hermano o su espejo en el juego de Jon Rahm le ayudaron a pelear la remontada en su primer torneo en España.
Tras la salida en el hoyo diez pintaban bastos para Wyndham Clark. Su primera mitad del recorrido había sido una auténtica montaña rusa. Su gran birdie desde el búnker en el hoyo tres y el casi eagle en el seis se vieron muy empañado por un fatídico doble bogey en el cinco y otras dos manchas en el siete y en el ocho. El bogey del ocho fue especialmente doloroso tras un approach que apenas avanzó un metro.
La cuestión es que el de Colorado llegaba a la salida del diez al par total de la semana, uno por debajo del corte y con los dos bogeys seguidos muy recientes. Wyndham pega un hierro de salida para saltar el bosque y tanto él, como sus compañeros de partido, piensan que la bola se ha abierto demasiado y que no ha llegado a cruzar el vértice con los árboles. Se asomaba el fantasma de otro bogey (o doble bogey). El escenario se le complicaba. Tanto es así que se marchaba hacia la bolsa a coger una segunda bola. Sin embargo, justo ahí apareció milagrosa la bandera verde de un voluntario localizando la pelota del norteamericano. Respira aliviado. Cuando doblan la esquina se dan cuenta de que la bola había superado el bosque holgadamente. Vuelta a empezar.
Nunca sabremos si fue el susto de verse fuera o sus ganas de seguir jugando en España, pero la realidad es que en ese momento Wyndham se soltó. Un gran segundo golpe le dio una opción de birdie de menos de dos metros. Dentro. Volvía a estar en el corte. No contento con ello y tras casi cazar el green desde el tee en el hoyo once, está a punto de embocar un eagle desde el búnker que todos los aficionados congregados jalearon dando por hecho que entraba. Cuestión de milímetros. Otro birdie.
Wyndham quería más y en el catorce se vuelve a fabricar el solito otra gran oportunidad. Se queda de dos golpes a siete metros de la bandera en un hoyo que tiene más de 480 metros. Poca cosa. No convierte el eagle, pero se embucha su tercer birdie en cinco hoyos y en ese momento ya no hay dudas que Wyndham Clark será de la partida el fin de semana.
Al grito de «Mashed potatoes!» un grupo de colegiales de la escuela de golf de Jason Floyd le alienta y le anima el resto de la jornada cada vez que Clark pega duro a la pelota. Podrán seguir gritándolo dos días más. Su bogey en el hoyo 18 no nos impedirá seguir disfrutando de todo un campeón de major.
Wyndham Clark saldrá el sábado a partir de las 9:43 y de nuevo junto a Ryan Fox (-2), su compañero los dos primeros días y a los que se les ha visto congeniar especialmente y hablar muchísimo y muy animados durante ambas jornadas.
