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Los búnkers del Joburg Open están marcados con una equis roja

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El Firethorn Course del Randpark Golf Club, sede del Joburg Open.

La bola vuela mucho y la hierba de kikuyu es muy traicionera. Nada fuera de lo normal. Cuando uno se saca el billete de avión a Sudáfrica te entregan un folleto con esta información y te lo repiten las azafatas durante el vuelo. De cajón. Esta semana en el Joburg Open, obviamente, estos dos factores volverán a ser importantes. Todos lo tienen en cuenta.

Sin embargo, hay otro detalle de la preparación del Randpark Golf Club de Johannesburgo que ya no es tan habitual y que puede ser decisiva, según nos cuentan Ángel Hidalgo, que se estrena en Sudáfrica, y Edu Ramos, caddie de Pep Anglés. Hablamos de los búnkers, especialmente los de calle. No hay profesional que no le haya puesto una equis roja en sus anotaciones en el libro de yardas. Prohibido caer en las trampas de arena. Es la consigna. De hecho, es preferible estar sobre la dura hierba de kikuyu en el rough que en el búnker. La razón es que tienen mucha arena y es muy fina, por lo que la bola se suele quedar mal, bastante asentada, pesada, incómoda. También ocurre en los búnkers de green, pero aquí no penaliza tanto como en la calle. No es fácil llevar la bola hasta la bandera desde la arena.

Así las cosas, la primera regla del manual de esta semana es no caer en las trampas de arena, pero hay alguna más. Por ejemplo, no está de más recordar que, aproximadamente, la bola vuela un diez por ciento más, aunque para ello, ojo, hay que pegar una bola alta. Si se opta por un tiro bajo, más tipo ‘punch’, la pelota tiende a capotar por la altura y puede hacer incluso menos metros que en España. Cuidado con esto.

Otro detalle importante. Al ser un campo en altura, concretamente a 1.524 metros por encima del nivel del mar, es más difícil mover la bola y desde la hierba de kikuyu, mucho más. Como ya saben, es una hoja mucho más dura de lo normal, por lo que si se hunde un poco es muy difícil de manejar y si se queda suspendida, como en un tee, se corre el riesgo de que salga ‘flyer’. Lo dicho: muy traicionera, muy sudafricana.

Otro aspecto que no habrá que perder de vista en este Joburg Open son los greenes. Digamos que no están en las mejores condiciones posibles. Hay zonas que están muy peladas y con arena, donde la bola vuela y otras zonas con más hierba y más lentas. No hay excusa, toca adaptarse y punto.

En cuanto al parte meteorológico, no aparece nada especialmente dramático en el radar. Hace más bien calor, bastante en las horas centrales del día, y no se espera mucha agua más allá de alguna tormenta aislada. El viento sí puede ser un factor. No se espera que sople con mucha intensidad, pero sí es muy cambiante, por lo que puede echar al traste alguna medición previa justo en el momento de ejecutar el golpe. Son las ‘minas’ que uno se va encontrando por el camino en Sudáfrica.

Resultados en directo del Joburg Open