Santi Tarrio ya cuenta las horas para que llegue el día con el que tanto tiempo ha soñado… y por el que tanto ha trabajado. Será este jueves a las 11.30 de la mañana, hora peninsular española, en el tee del 1 del Randpark Golf Club de Johannesburgo, junto a Zander Lombard y Marcel Siem. Será ahí cuando el golfista de Santiago de Compostela haga su debut en el European Tour, ahora, ya saben, DP World Tour, como jugador con tarjeta completa del circuito.
Tarrio va a jugar los tres torneos en Sudáfrica y tiene un plan perfectamente pergeñado. No, el gallego no va de safari, ni de vacaciones, ni a verlas venir, ni mucho menos. Santi va con la idea de sacar su mejor juego y empezar a sumar pronto en la Race to Dubai. Por ello, ha tomado una decisión importante. Ha hecho un paréntesis en todas las probaturas que viene haciendo desde hace tiempo a la caza y captura de un nuevo material y jugará en Sudáfrica con el mismo equipamiento que le llevó a redondear un año 2021 extraordinario, acabando tercero en la Road to Mallorca del Challenge Tour y peleando un domingo por ganar un torneo del European Tour.
Así las cosas, Tarrio afrontará estos tres primeros torneos de la temporada pisando suelo seguro, con su driver Callaway Maverick, sus hierros Mizuno y el putter Spider de TaylorMade. Sí, cada uno de su padre y de su madre. Los que le van bien. Los que han demostrado hasta ahora que funcionan. Este paréntesis en las pruebas pone de manifiesto lo serio que se toma el golfista español este inicio de temporada. No son momentos de experimentos con gaseosa. Su idea es poner toda la carne en el asador desde el inicio.
Horarios de salida de la primera jornada del Joburg Open (TEE TIMES)
De hecho, el plan perfecto que tiene diseñado en la cabeza pasa por aprovechar esta mini gira por Sudáfrica, sumar un buen puñado de puntos que sirvan de lanzadera de la temporada y, después, con ese buen colchón a sus espaldas, volver a trabajar con las diferentes marcas de palos para encontrar el equipamiento perfecto y sacarlo del banquillo quizá en la gira del desierto.
Sea como fuere, Tarrio demuestra varias cosas con este decisión. Lo primero es una enorme madurez. Los resultados y el rendimiento deportivo están por encima de jugosos contratos que podrían nublar la vista a más de uno. Lo segundo es que se conoce muy bien. Es un golfista de sensaciones y sabe perfectamente cuando algo está funcionando o aún hay que terminar de pulirlo. Y, por último, tiene claro que no ha estado partiéndose la cara durante cinco años en campos de prácticas para empezar a correr ahora y coger atajos. Los pies, bien asentados en el suelo.
Lo primero es estar cómodo y, sobre todo, poner todas las condiciones externas necesarias para poder alcanzar el mejor rendimiento. Los resultados podrán salir o no, porque ya sabemos cómo es esto del golf, pero al menos se ahorra la tentación de poder echarle la culpa a una falta de adaptación al nuevo material. El plan consiste en poner todo de su parte para que las cosas salgan bien y ya habrá tiempo después, con más calma, de seguir con las probaturas.
