El Joburg Open que comienza este jueves en el Randpark Golf Club, escenario con más de ochenta años de historia situado a las afueras de Johannesburgo, guarda un aliciente extra de lo más interesante, pues reparte hasta tres plazas directas para el Open Championship de 2022 en St. Andrews. Dichas plazas las conseguirán los tres primeros dentro del top ten final del torneo que no estén ya clasificados para el Open.
En Sudáfrica, por supuesto, andan frotándose las manos ante tal circunstancia, pues la hegemonía y el peso del golf local en estos torneos es avasalladora. Difícilmente alguna de estas tres plazas, si no son las tres, no irán a parar a manos de jugadores sudafricanos, entre otras cosas porque más de la mitad de los participantes (80 de 156) son jugadores nacidos en Sudáfrica…
Además, hay que pensar que esta semana se juega el torneo número 92 de la historia del circuito europeo en suelo sudafricano y que hasta la fecha el golf local acumula un total de 53 victorias, o lo que es lo mismo, un 58,24 por ciento del total.
No se queda ahí la cosa. Mucha atención al dato: además de los 53 triunfos de jugadores sudafricanos en suelo patrio, hay que añadir la friolera de 56 segundos puestos en esos 91 torneos ya disputados y otros 50 terceros puestos… Quiero ello decir que los sudafricanos, por número y calidad, no se dejan comer el terreno en su casa de ninguna de las maneras.
