Gregory Bourdy (-12) no encuentra por el momento un rival a la altura de su excelso juego en el Lyoness Open de Austria. El francés acumula ya trece birdies en 36 hoyos, por un solo bogey, y hoy sólo ha sumado 24 putts. No va a ser sencillo para nadie desbancar a este jugador, que parece volar cuando se encuentra a gusto con el putter en las manos. No obstante, hay que darle al césar lo que es del césar: el galo no ha sido este viernes el mejor sobre el recorrido del Diamond Country Club…
Ese mérito corresponde a Carlos Pigem (-7), que se ha situado finalmente en cuarta posición después de entregar el mejor resultado del día. El joven catalán (acaba de cumplir 25 años) ha firmado una tarjeta de 65 golpes que le ha servido a para remontar cincuenta puestos, si bien la matrícula trasera de Bourdy aún queda lejos. Otro francés, Gary Stal (-8) y un inglés, Chris Wood (-8), también le anteceden en la clasificación.
Nueva demostración de Pigem, y van ya unas cuantas esta temporada en los dos circuitos donde trabaja, el asiático y el europeo. No hay semana que juegue en la que no deje al menos unas cuantas muestras de su esperanzador desarrollo como golfista profesional. Para empezar, este es el tercer 65 que firma este año en torneos del European Tour, un dato más que interesante. Hoy, además, con un hierro 8 en las manos, la ha embocado desde la calle en el hoyo 12 que no es precisamente uno de los más sencillos del recorrido austriaco… Este tipo de guindas, registros y acontecimientos van dejando de ser poco a poco meros detalles para convertirse en una rabiosa realidad que debe situar a Carlos como miembro de pleno derecho del circuito europeo más pronto que tarde.
«El jueves también jugué bastante bien. Aquí, con el tiempo que hace, estamos como en España. Me gusta jugar con calor. Hoy he jugado también muy bien, he tenido algo de suerte en ese eagle del hoyo 12 y he metido más putts que el jueves», señalaba Pigem.
Rafael Cabrera Bello (-7) también ha hecho su trabajo mejor que bien, igualando con Pigem en lo alto de la tabla tras entregar un sólido 68, libre de bogeys. El canario ha cazado hoy la friolera de 17 greenes y podía haber rematado una faena de cuatro orejas de haber estado un poquito más brillante con el putter. Lo importante en cualquier caso es que por tercera semana consecutiva llega a las dos últimas rondas con claras opciones de victoria, siempre y cuando Bourdy levante el pie del acelerador.
La parte alta de la tabla anda bien servida de jugadores españoles, con Adrián Otaegui (-4) y Pedro Oriol (-4) a las puertas del top ten y con José Manuel Lara (-3) muy cerca. Un nutrido grupo del que por desgracia se descolgaban en el turno vespertino de juego Carlos del Moral (-1) y Jesús Legarrea (+4). El valenciano ha dado hoy la de arena, pero al menos ha conseguido mantener el temple necesario en una vuelta con muchos altibajos para aferrarse al corte y darse nuevas oportunidades durante el fin de semana. El navarro, sin embargo, ha dilapidado en el primer tercio del recorrido la renta que traía del jueves y luego no ha podido remontar.
Y es que no está siendo tan sencillo mojarle la oreja al Diamond Country Club, aunque no parezca desde luego un campo muy complicado: en la segunda jornada sólo se han contabilizado 23 tarjetas por debajo de setenta golpes. Jordi García Pinto (PAR) no ha bajado de setenta, pero sí le ha ganado el duelo al campo con una vuelta de 71 muy equilibrada y casi plena de acierto en las recuperaciones (4/5). El gerundense se ha ganado a pulso su presencia el sábado y el domingo, rompiendo así una racha de tres torneos sin pasar el corte.
Merece comentario aparte la épica lucha planteada por Borja Virto (+4) después de su 79 del jueves. Ha llegado a ir seis menos en el día, situándose por tanto muy cerca del listón del corte, para terminar con un bogey y un doble bogey devastadores. Pero ahí hay raza. Bernd Wiesberger (+2), el ídolo local, también lo ha intentado viniendo desde las profundidades, pero un buen 67 no le ha bastado.
Y si Virto se quedaba con la miel en los labios justo al final de su vuelta, Andrey Pavlov (+17) lo hacía nada más empezar, después de firmar un 17 en el hoyo 1, el primero de su ronda. El jugador ruso, que nunca ha pasado un corte en el Challenge o en el European Tour, había entregado ayer un buen 71 y probablemente salía con todas las ganas del mundo… Pero tiraba seis bolas al agua seguidas nada más comenzar e igualaba la segunda peor anotación en un hoyo en la historia del circuito europeo (¿Quieren saber cuál fue la peor? el francés Porquier firmó un 20 en un hoyo en el Open de Francia de 1978).
