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Rory McIlroy gana el Genesis Scottish Open 2023

Rorylandia, donde realmente todo es posible

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Rory McIlroy posa con el trofeo de ganador del Genesis Scottish Open 2023. © Golffile | Pedro Salado
Rory McIlroy posa con el trofeo de ganador del Genesis Scottish Open 2023. © Golffile | Pedro Salado

Rory McIlroy (-15) ha ganado el Scottish Open con una vuelta dominical de 68 golpes, dos menos en el día, y un final absolutamente apoteósico, casi irreal, con dos birdies postreros en los hoyos 17 y 18, donde realmente casi era una hazaña hacerlos, tal y como soplaba el viento.

Justo eso, una hazaña, pero sin el ‘casi’, es lo que había protagonizado Robert MacIntyre (-14) a lo largo de todo el día sobre un Renaissance Golf al fin bravo, defendido por el rudo viento escocés, con rachas que alcanzaban los 40 kilómetros por hora. Así, en tales condiciones, MacIntyre iba a firmar la mejor tarjeta del día, un 64 que hoy no existía en este recorrido, se mire por donde se mire. Además de dar un recital de cómo fabricar golpes de golf, a demanda, según las ingentes dificultades que aparecían en cada recodo del camino, el jugador local iba a rematar la gran faena con uno de los golpes del año, una madera 3 cortada en el 18, donde el viento pegaba justo de frente, para dejarse casi dado el birdie.

Que MacIntyre tiene golf para dar y tomar es una realidad incontestable. A partir de este punto, hay quienes creen que en él hay además un jugador muy capaz de pasar del grupo de los buenos a los muy buenos, y hoy su creencia recibe sin duda un espaldarazo, aunque el escocés no haya ganado. Hay otros que no terminamos de verlo en el grupo de los escogidos, pero hoy quizá debamos poner en cuarentena algunas de nuestras impresiones…

Acerca de Rory no existen este tipo de discusiones: él pertenece al club de los mega cracks y no hay más que hablar. Sin embargo, también conocemos todos lo que hay y lo que puede darse en Rorylandia, un lugar de ilusiones, mágico, donde todo puede ocurrir y casi nada termina siendo como parecía. Hoy, por ejemplo, el norirlandés parecía medio fuera de la pelea al paso por el meridiano de la vuelta. No tanto por el score, que tampoco era tan malo, sino porque su juego parecía fuera de ritmo. Como quiera que además Rory no suele rendir a plena satisfacción en jornadas ventosas, no costaba demasiado ir pensando en otros candidatos más firmes al triunfo… Hoy más que nunca McIlroy ha ganado gracias a su putter, que ha estado de antología durante todo el día y aunque tampoco hayan entrado todos, que eso es imposible. Pero al final, eso sí, se sacaba dos golpes casi de dibujos animados para de verdad llevarse el torneo. Uno, en el 17, último par 3 del recorrido, donde se dejaba una gran opción de birdie cuando más soplaba un viento cruzado espantoso. Otro, el segundo tiro en el 18, un stinger maravilloso con el hierro 3 al mismo corazón del green desde 185 metros, para dejarse otra gran opción de birdie que iba a convertir. Probablemente, MacIntyre no daba crédito a lo que acababa de suceder. Cuando Rory erró su putt de birdie en el 16, último par 5 del campo, se veía ganador, y con toda la razón del mundo. A él, como a todos los demás, ya se le había olvidado que Rorylandia es un reino donde se hacen realidad las fantasías. No siempre y no en todo momento (que se lo pregunten al Rory del US Open, por ejemplo), pero sí con cierta asiduidad.

Resultados finales del Genesis Scottish Open