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La explicación de por qué no se le ha concedido el alivio en el 10 y la consecuencia que puede tener

Sam Burns y los búnkers de los links: un ‘ruling’ para la historia

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Hoyo 10 del Renaissance Club. Par 5. Sam Burns pega su golpe de salida en la tercera ronda del Genesis Scottish Open este sábado y su bola acaba en el búnker de calle de la izquierda. No es el primero ni el último al que le pasa. Para esos están tan bien puestas estas fabulosas trampas de arena. El norteamericano, que estaba peleando por las primeras plazas, pega el segundo golpe y estrella su bola contra el talud del búnker. Es justo ahí cuando sucede algo inaudito…

La bola parece que se va a empotrar, pero sale y acaba en la propia pared del búnker haciendo un equilibrio imposible. Ni empotrada, ni cae a la arena. Se queda en vertical, desafiando de manera extraordinaria a la ley de la gravedad, atrapada por varios hilos de hierba que impiden que caiga. La posición de la bola es absolutamente increíble. Ni los más viejos del lugar había visto algo igual.

Obviamente, hay que llamar a los árbitros para conocer las opciones que tiene Burns. El golfista norteamericano recuerda una regla local presente en todos los grandes circuitos mundiales por la que considera que puede recibir un alivio sin penalidad. La regla en cuestión asegura que cuando la bola se queda en la unión entre dos tepes de hierba, se puede dropar sin penalidad. El talud de ese búnker, como sucede en la mayoría de los búnkers de los links, está formado por tepes que le dan ese aspecto tan peculiar similar a una escalera.

No hay muchos aficionados que conozcan la existencia de esta regla local, pero así es. No es ningún locura lo que está pidiendo Burns. De hecho, el primer árbitro que llega a su posición es Steve Rintoul, una eminencia en el PGA Tour. No sólo es árbitro, sino que también ejerce como director de torneos en el circuito americano. Rinotul escucha a Burns y no ve descabellado el alivio. Es que realmente no lo es. De hecho, se muestra favorable a concedérselo, pero tiene dudas y prefiere contrastar con otra opinión.

Es en ese momento cuando aparece en escena Miguel Vidaor, reputado y respetado árbitro del DP World Tour y director del Genesis Scottish Open. El español escucha a Burns y Rintoul y analiza la situación. Mira la bola y no se cree que se haya podido quedar en esa situación. Realmente parece casi una broma. No obstante, después de estudiar con detenimiento la posición de la pelota, termina decidiendo que no cabe alivio. Básicamente, porque iría contra el espíritu de la norma. Burns tenía la posibilidad de pegar a su bola, la mayoría de los búnkers de links tienen esas paredes tan características y conceder ese dropaje sin penalidad sería ir en contra de lo que buscaba la propia regla. Finalmente, no hubo alivio, Burns se lió y necesitó dos golpes más para sacar la bola del búnker y acabó haciendo ocho golpes.

El ruling se puede considerar histórico porque nunca se había visto una bola en una situación semejante, o se queda empotrada, y hubiera recibido el alivio, o cae a la arena y arréglatelas para salir de la trampa. Tan histórico e insólito es lo que ha ocurrido que los propios árbitros del torneo de Escocia están convencidos de que se va a tener que añadir un anexo a la regla local de las junturas de los tepes en los grandes circuitos, añadiendo la excepción de que no se puede aplicar el alivio en el caso de los búnkers, para evitar así cualquier duda en el futuro.

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